23 Ene GIORGIA MELONI: UNA DE CAL POR LAS QUE VAN DE ARENA
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POR: ARQ. CARLOS MARTIN QUINTERO ORCI
Hoy día, cuando parecía que el socialismo ya había sido superado y estaba en vías de extinción, éste ha resurgido y ha logrado notables avances en muchas naciones. Por ello resulta como una bocanada de aire fresco el saber que en las elecciones Italianas ha ganado la coalición de derecha formada por los partidos Forza Italia, La Lega, y Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia), este último encabezado por Giorgia Meloni, quien el pasado 22 de octubre pasó a ocupar el puesto de Primera Ministra.
Con esto hay ya una clara mayoría parlamentaria conservadora, con más de la mitad de los escaños tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, lo que promete más estabilidad política y la discontinuidad de los ejecutivos técnicos de centro-izquierda a los que se había estado recurriendo debido a la fragmentación parlamentaria que existía.
Hace algunos años, se consideraba de derecha básicamente a quienes estaban a favor del sistema capitalista, de libre mercado, y de extrema derecha a quienes profesaban y promovían ideas nacionalistas y fascistas en forma radical. Algo análogo se decía de la izquierda y la extrema izquierda, en el terreno de las ideas socialistas.
Pero hoy en día, por lo general se manejan sólo dos términos: “de izquierda”, para quienes profesan e incluso llevan a la práctica ideas socialistas (sin importar que algunos lo hagan en forma radical), y “de extrema derecha” o “ultraconservadores” para quienes –como Meloni- están a favor de cosas que son de simple sentido común, como el derecho a la vida (que necesariamente lleva a estar en contra del aborto), la familia tal y como debe de ser (y por lo tanto, en contra de la ideología de género) y la libertad religiosa.
Meloni también ha sido acusada, así nada más, de estar en contra de la inmigración, cuando en realidad sólo está en contra de que ésta se dé en forma ilegal, masiva y sin control, y se muestra favorable a revisar las actuales leyes de migración simplemente para regular los flujos migratorios, sin que ello represente rechazos y cerrazones.
Se define a sí misma como madre católica, y ha dicho que tiene en su escritorio una foto de Santa Teresa de Calcuta y que es admiradora de San Juan Pablo II. Está totalmente en contra del mal llamado “matrimonio” homosexual, y ha propuesto medidas provida, buscando con ello elevar la tasa de natalidad en el país (actualmente, la de Italia es una de las más bajas del mundo).
Es de esperarse que el nuevo gobierno tomará también medidas económicas como reducir los impuestos, promover la iniciativa pública y privada, y poner orden en el sistema burocrático (desde hace años que Italia viene padeciendo una muy mala administración del erario, lo que facilita la corrupción y la ineficacia). Su partido denuncia la islamización de Europa y presenta un programa que propone una reforma de la Unión Europea, recortes fiscales y la defensa de la patria y los valores cristianos bajo el lema “Dios, patria y familia”.
Por otro lado, Meloni no se describe a sí misma como feminista. Más bien afirma estar en contra de las “cuotas rosas”, y que los cargos deben ser obtenidos por méritos, no por género. Lo de las cuotas de género representan una igualdad mal entendida, ya que la verdadera igualdad consiste en que todos tengan las mismas oportunidades de aspirar a un puesto, y que al final, quien lo obtenga, no necesariamente deba de ser mujer, quesque para que haya la misma cantidad de hombres y mujeres (con lo que sólo se logra una “igualdad” ficticia), sino el más apto, independientemente del hecho de si es hombre o mujer, en una competencia pareja.
Es por todo lo anterior que los medios, hoy en día muchas veces tendenciosos, etiquetan a Meloni como “ultraderechista”, “fascista”, “anti-inmigrante” y hasta “una mujer en contra de las mujeres”. Pero ella, como primera ministra de Italia, tiene la obligación de tomar las medidas que considere necesarias para el bien de su país, sin caer en el error de lo “políticamente correcto”.
Tendrá muchos puntos qué cubrir como primera ministra, pero al menos en lo esencial, en lo que no admite discusión (vida, familia, libertad religiosa, legalidad), las intenciones son buenas. Es difícil para un candidato electo cumplir con todas sus promesas de campaña, pero esperemos que Meloni lo logre, por el bien de su país y como precedente para otras naciones, ahora que resulta tan necesario.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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