TRABAJAR EN EQUIPO - INCIDE
24135
post-template-default,single,single-post,postid-24135,single-format-standard,vcwb,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,side_area_uncovered_from_content,qode-theme-ver-8.0,wpb-js-composer js-comp-ver-5.0.1,vc_responsive

18 Feb TRABAJAR EN EQUIPO

 

  • TRABAJAR EN EQUIPO

Durante mi etapa universitaria practiqué y jugué futbol americano, en el equipo Búhos de la Universidad de Sonora, posteriormente me convertí en entrenador, junto a otros destacados jugadores, del equipo juvenil de Corsarios, con quien logramos alcanzar el campeonato estatal en 1988.

Mi primer Súper Bowl, del que tengo memoria haber visto, fue en enero de 1986, cuando los Osos de Chicago ganaban 46 – 10 a los Patriotas de Nueva Inglaterra, en el estadio de Nueva Orleans.

Ese año decidí entrar a jugar al equipo universitario, donde porté con orgullo el número 34 y desde entonces, creo, sin temor a equivocarme, nunca me he perdido un Súper Tazón.

Siempre, el entrenador Héctor Arreola Hoyos, “El Eco”, como afectivamente se le conoce, nos inculcaba disciplina, orden, obediencia, liderazgo y sobre todo, trabajar en equipo, ah!! que dura encomienda, trabajar en equipo.

Trabajar en equipo, en un mundo donde triunfa el individualismo, el revanchismo, el que no transa no avanza, en México regularmente se ganan medalla en boxeo, clavados o tae kwon do, es decir, deportes individualistas y alguien podrá mencionar algunas copas américa o series del caribe, pero aun así, creo que entiendes al punto que quiero resaltar.

Regularmente salen los “supermanes”, a los que se ensalza para que a cuestas carguen con el triunfo o derrota del equipo, ejemplos mundiales hay muchos, sobre todo en soccer: Maradona, Ronaldo, Pelé o Messi; en americano, obvio no será la excepción, siempre existieron figuras icónicas como Montana, Brady, Unitas, Favre, Young, Marino, Elway, Staubach, Bradshaw, Namath, etc y de los entrenadores el legendario Lombardi, Landry, Parcells, Walsh, Ditka o Belichick.

Siempre se habla de trabajar en equipo, no sólo en el deporte, sino en la vida, pero, las pasiones humanas, el ego, el individualismo, triunfa sobre el bien colectivo, lo vemos en las empresas, en la escuela, en el gobierno, en la clase política, en fin, es una cultura, mal haría en decir que sólo de México y hoy en día, se acrecenta más y más ese individualismo colectivo y el naciente egoísmo inconsciente y empírico que dos años de pandemia y abuso tecnológico que permearon en las nuevas generaciones menores de 10 años y que en 10 años más veremos sus consecuencias.

Pero, el pasado domingo 12 de febrero, quedé sorprendido, como muchos, con la última serie ofensiva con la que los Jefes de Kansas City triunfan 38 – 35 sobre las Águilas de Philadelphia, en el Súper Tazón LVII, en donde el entrenador Andy Reid envía una jugada inteligente donde el perímetro de Philadelphia poco pudo hacer y dejó un enorme hueco, donde el corredor Jerick McKinnon pudo haber anotado, pero se deslizó a propósito, sin salirse del campo y que valió para que el equipo pudiera alzar el trofeo Lomabrdi, dentro de un partido que nos mantuvo pegados al monitor.

Las Águilas tuvieron que quemar su último tiempo fuera para detener el reloj. Luego de ello, los Jefes encabezados por Patrick Mahomes decidieron hincarse dos veces más para agotar los pocos segundos que quedaban y prepararon así el gol de campo ganador de 27 yardas de Harrison Butker.

Lo que quiero resaltar es que vi, aún que este deporte es de contacto, donde tu seguridad y triunfo de una jugada depende del compañero de lado, el entrenador diseña cada jugada con precisión de relojero suizo, pero que al final de cuentas, la desarrollan humanos, con sentimientos, emociones, sensaciones, cansancio, motivación, talento o cualquier otro atributo que se le quiera dar para el cumplimiento o no, de la jugada trazada; incluso sumado, la suerte y el clima, si no, pues todas las jugadas fueran un éxito.

Pero en esta en particular, no puedo llegar a imaginar lo que cruzaba por la mente de McKinnon ¿Qué jugador no quisiera tener una anotación en un Súper Tazón? Esa anotación sería para su contabilidad individual, ya que sumado a sus 34 yardas y 4 acarreos, hubiera agregado un Touchdown, pero no lo hizo.

Este hombre, entendió la finalidad de un bien común, este hombre debió haber merecido el título de jugador más valioso del partido, no sólo por sus talentos y capacidades físicas y deportivas, su actuar no fue cuestión de suerte, sino de decisión, compromiso y cabeza fría, si hubiera dudado y decide anotar, quizá el triunfo se lo hubieran llevado los emplumados.

La NFL perdió una oportunidad histórica para demostrar y reconocer que es un deporte de estrategia, cabeza fría, contacto y sangre caliente y no solo, como muchos piensan, personas corriendo y golpeándose entre sí, como locos detrás de un balón ovalado en un emparrillado.

Pero los comunes y corrientes ganamos un claro ejemplo de que si es posible anteponer los intereses personales en beneficio de algo mayor, ganamos continuar teniendo fe en la humanidad.

https://twitter.com/i/status/1624979160564133890
https://twitter.com/i/status/1624982407765172225

Revista INCIDE Edición 171