DONALD TRUMP: ¿FUE OUT O FUE SAFE? - INCIDE
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26 May DONALD TRUMP: ¿FUE OUT O FUE SAFE?

Lo que hace atractivo al beisbol no es sólo el juego en sí, sino todo lo que lo rodea: historias, tradiciones, dinastías. También situaciones polémicas, como la que se dio el 28 de septiembre de 1955, cuando se jugó el primer partido de la serie mundial de ese año, entre los Dodgers de Brooklyn y los Yankees de Nueva York.

En la parte alta del octavo inning, Jackie Robinson (Dodgers) estaba en tercera base, buscando la oportunidad de robarse el home. Cuando el pitcher Whitey Ford (Yankees) hacía los movimientos para soltar la bola, Robinson se dejó ir “hecho la mocha” rumbo a home. El catcher, Yogi Berra, recibió el tiro de Ford y rápidamente bajo el guante para poner out a Robinson, quien ya se venía barriendo. El umpire marcó safe, lo que provocó que Berra, hecho una furia, se le encarara para reclamarle, pero “alégale al umpire”: la decisión se mantuvo.

En las fotografías de la jugada aparentemente fue un claro out, pero revisando despacio la filmación de la jugada, da la impresión, por el contrario, de que fue safe. Hasta el día de hoy, los aficionados siguen discutiendo la jugada. Muchos afirman que fue out. Otros dicen que no lo fue, porque el umpire marcó safe.

Pero una cosa es que el umpire lo haya marcado así y otra que realmente haya sido safe, ya que no pudo haber visto bien la jugada por estar mal colocado (detrás de Berra), pero tenía que marcar algo, y con apenas una fracción de segundo para decidir, marcó safe. Berra siempre sostuvo, hasta el día de su muerte, que fue out.

En el museo dedicado a él, en Montclair, Nueva Jersey, que era donde vivía, cada vez que pasaba junto a una foto de la jugada, Berra murmuraba: “You’re out!”. También se sabe que, durante los siguientes 60 años, él y la esposa de Robinson (Rachel), cada vez que se veían, se saludaban bromeando del mismo modo: “Safe!”, decía ella. “Out!”, decía Yogi.

Una situación similar a la del umpire vivió el jurado en el juicio a Donald Trump, quien fue acusado de violación ocurrida, según dice la parte acusadora (Jean Carroll), a principios de 1996. ¿Es esto parte de la campaña negra en su contra? No lo sabemos, pero a como están las patadas bajo la mesa (y sobre la mesa también) en el asunto de la próxima elección presidencial en Estados Unidos, no deja de ser una posibilidad.

Pero hay algo que llama la atención: en una decisión dividida, el jurado rechazó el cargo de violación, pero lo encontraron responsable de agresión sexual en menor grado, y difamación, por la forma tan despectiva en que este negó la acusación de violación en 2019 y que, según se dice, le acarreó a ella problemas personales y profesionales. El jurado determinó que Trump deberá pagar a Carroll cinco millones de dólares en compensación.

Se emitió el veredicto pese a que no hubo nada que demostrara su culpabilidad o que al menos lo relacionaran con aquello de lo que se le acusó (algún video o foto, muestra de ADN, testigos…nada). Además, ¿cómo podía demostrar Trump no haber hecho algo en un momento dado –del que ni siquiera se tiene fecha exacta- de hace casi 30 años? Alan Dershowitz, quien fue profesor durante 50 años en la Escuela de Leyes de Harvard, mencionó que este es un caso que normalmente habría sido desestimado. ¿En qué se basó entonces el jurado para emitir su veredicto?

La estrategia de la parte acusadora fue mostrar antecedentes (dichos inapropiados de Trump y testimonios de otras personas en su contra) que lo mostraban como un acosador sexual, y así establecer un “patrón de mala conducta”. Sin embargo, aún en caso de resultar ciertos, no guardan relación directa con el caso y, por lo tanto, no son suficientes por sí mismos para demostrar que aquello de lo que se le acusó sea cierto. Pero el jurado, al igual que el umpire de aquel juego, tenía que tomar una decisión, y decidió que “cuando el río suena, es que agua lleva”, y por ello marcó “out” a Donald Trump. ¿Sería descabellado pensar que la constante campaña negra contra Trump influyó en el ánimo del jurado?

De haberse demostrado que era cierta la acusación, hubiera sido justo que Trump recibiera un castigo. Pero la cuestión es que no llegó realmente a demostrarse su culpabilidad. Incluso columnistas críticos de Trump, como lo son Jorge Ramos, y sobre todo Leon Krauze, al momento de elaborar este artículo, no han escrito ni una columna al respecto. ¿Impide todo este argüende su candidatura para las próximas elecciones presidenciales? No según la ley, pero sí afecta su imagen. Y eso ya es ganancia para la izquierda.

Carlos Martín Quintero Orcí

arqcquintero@yahoo.com

Puntos curriculares:

*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.

*Colaborador de INCIDE desde el 2001.

*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.

*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.

*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.

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