Las más recientes elecciones presidenciales en Estados Unidos han dado mucho de qué hablar. En las de 2016, el candidato republicano Donald Trump, contra todo pronóstico, derrotó a la demócrata Hillary Clinton. La presidencia de Trump se caracterizó, entre otras cosas, por su apoyo a la libertad religiosa y a la causa más importante de todas: la defensa de la vida del no nacido.

No conviene a las ideas del llamado “nuevo orden mundial” que un hombre con tanta influencia, como lo es quien ocupa la presidencia de los Estados Unidos, actúe en favor de la vida, la familia y la libertad religiosa. Así que es factible suponer que por ello hubo la evidente campaña negra en su contra a través de todos los medios disponibles.

Tomemos por ejemplo a Yahoo USA, que se dedicó durante toda su presidencia a publicar sólo noticias negativas en su contra, lo que cesó poco después de terminar su período, cuando Joe Biden fue puesto como presidente. Pero ahora que se vislumbra una nueva candidatura de Trump, el mencionado medio retoma las noticias sesgadas en su contra.

Otro ejemplo: hace poco estuve de visita en Atlanta, en donde tuve la oportunidad de platicar con una persona, digna de toda confianza, que fue empleado técnico en la mundialmente conocida cadena de noticias CNN, cuya sede está en esa ciudad. Me contó que, durante el fragor de las elecciones del 2020, en un momento dado, pasó junto al lugar donde estaban reunidos quienes decidían cuáles eran las noticias que se iban a presentar ese día. Uno de ellos llegó a decir abiertamente en relación a Donald Trump: “tenemos que poner algo que lo perjudique, para que no gane”. El técnico no podía dar crédito a lo que acababa de escuchar, pero así se dijo, y ni siquiera a puertas cerradas.

Considerando este tipo de cosas, más todos los extraños hechos ocurridos (pero que los medios misteriosamente callan), entre ellos, los mencionados en mis colaboraciones de noviembre de 2020 (Elecciones cuestionables y porqué Biden no conviene a México) y diciembre de 2020 (Posible fraude electoral en Estados Unidos), se puede concluir, más allá de toda duda razonable, que se cometió fraude electoral, con el encubrimiento de muchos de los medios.

Tampoco resultaba descabellado suponer que algo iba a ocurrir a medida que se acercaran las elecciones de 2024.

Algo que perjudicara la candidatura de Trump. Sin ánimo de ser mal pensado, ¿Será casualidad que en estos días se haya lanzado una acusación en su contra? Se trata de cierta mujer (actriz de películas pornográficas, lo que no da una buena reputación y, por lo tanto, no ayuda a su credibilidad) quien acusó a Trump por un pago ilegal en 2016. ¿Por qué después de tanto tiempo se le ocurre lanzar la acusación precisamente ahora?

El pago (130,000 dólares, realizado por el abogado de Trump -Michael Cohen- cuando aquel era candidato presidencial) que supuestamente fue para evitar que ella declarara que había tenido un encuentro sexual con Trump (quien lo ha negado), fue reembolsado por éste a Cohen, quien lo facturó como “ingresos por servicios legales”.

En Estados Unidos no es ilegal pagar por un acuerdo para no revelar información, pero sí registrarlo como gasto de campaña o empresarial deducible de impuestos. Y aunque el caso es relativamente menor y tiene sus debilidades, aun cabe la pregunta: ¿Qué interés tiene la mujer en cuestión por un asunto de hace ya siete años, y que es meramente entre Trump y las autoridades?

Y se prevén aún más acusaciones: violación, evasión de impuestos, intento de modificar los resultados electorales en el estado de Georgia, incitar la invasión del Capitolio y obstrucción de la justicia, por supuestamente ocultar documentos oficiales confidenciales. Nunca antes un expresidente de Estados Unidos había tenido que enfrentar acusaciones penales. Ni siquiera Richard Nixon, a quien su sucesor, Gerald Ford, le otorgó el perdón. ¿Y ahora de repente sí?

Curiosamente, era de esperarse que el presidente López Obrador fuera más afín a Joe Biden, por ser este de izquierda, que, a Donald Trump, por ser este de derecha. Pero ha sido al revés. El mes pasado, por ejemplo, declaró acerca de todo este argüende: “Es para que (Trump) no aparezca en la boleta electoral. Es completamente antidemocrático”.

Ojalá que toda esta grilla sirva para poner en evidencia lo que tiene todos los visos de ser una cacería de brujas en contra de Trump, y así la candidatura de este se vea fortalecida, en beneficio de la vida, la familia y la libertad religiosa.

Carlos Martín Quintero Orcí

arqcquintero@yahoo.com

Puntos curriculares:

*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.

*Colaborador de INCIDE desde el 2001.

*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.

*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.

*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.

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