Antorchas de Esperanza - INCIDE
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08 Nov Antorchas de Esperanza

¿Qué es lo que te motiva? ¿Qué es lo que hace que te levantes todos los días a luchar un día más? ¿Intentas mejorar por qué te lo pidieron? o ¿Por qué tratas de ser el mejor?

Son las preguntas que me he hecho durante toda la cuarentena, al principio era fácil responder estas preguntas con respuestas relativamente superficiales, diciendo que “Por ser el mejor” o “Destacar en mi generación”. Al cabo veníamos con la motivación de que eran unas pequeñas “vacaciones”. Pero a medida, que la cuarentena avanza ¿cómo mantienes esa motivación? si realmente el panorama no mejora, todo parece ir peor, la escuela llega al punto de ser monótona, estar sentado 6 horas frente a un computador, pero quedo impresionado por los maestros que siguen motivados, tratando de hacer la clase más amena, preocupándose por sus alumnos, tratando de hacer que sientan que las cosas están mejorando. Pero ¿cómo están mejorando cuando hasta el momento han muerto más de 92,000 personas aproximadamente?

El mundo, se encuentra en un momento oscuro de su vida. Y la verdad, la luz al final del túnel se ve lejana, sobre todo por que algunas personas minimizan los riesgos o argumentan que a todos “nos tiene que dar” y de algo nos tenemos que morir.

Pero cuando la esperanza se está apagando, y se ve muy lejana, es cuando, pequeñas antorchas nos regresan al camino y nos enseñan que no importa que tan lejos estemos de la nueva realidad, en algún momento podremos regresar a ver a los abuelos, a los amigos, regresar a tomar un café a la universidad, ver el sol y los nuevos días, será una nueva oportunidad de mejorar.

Muchas veces, mis escritos son un poco confusos, intento plasmar muchas ideas en un solo párrafo tratando que estos tengan sentido, es complicado escribir y más, cuando tienes muchos sentimientos encontrados y acumulados, pero creo, que siempre que pongas tus sentimientos será un buen texto, sea de lo que sea.

Todo lo que intento escribir en este artículo, es la manera en que, la “primera temporada” de la cuarentena tuvo en cierto modo dos partes, los primeros meses donde pues todo era “miel sobre hojuelas”, todos a la expectativa positiva por ese pequeño break mental para la población en general, más no así para el empresariado.

Y la segunda temporada, que es una versión más dura de la realidad, donde la gente esta harta de estar encerrada, harta de no poder hacer muchas cosas, hartos de no poder hacer frente a los compromisos económicos y en algunos casos de la necesidades básicas.

Pero debemos ser claros y desde nuestra perspectiva estudiantil y muchos profesionistas, empleados o empresarios que hacen “home office”, se entiende que tenemos más tiempo que antes, pero las circunstancias no son las mismas, hasta se puede sentir que el día no te alcanza. La gente está en momentos más difíciles que antes de la cuarentena.

Este tiempo ha sido preciso para reflexionar y llegar a la conclusión, que tenemos que ser más firmes, pero tolerantes a la vez, la vida ha cambiado, será más difícil para todos, la fuerza de voluntad o motivación cada día irá disminuyendo, esa ilusión de poder llegar al final de túnel se va apagando y la sociedad cada día recurre más a “salidas fáciles” pues como lo dice su nombre, son fáciles y dan obviamente una felicidad efímera, ya nadie se puede decir ignorante de sus consecuencias.

Pero para llegar al final, tenemos que poner nuestro esfuerzo todos, empezando por ponernos el cubrebocas, ya que el no hacerlo es sólo una manifestación de egoísmo; primer acto de responsabilidad y ética personal que demostraran que tan lejos estamos dispuestos a llegar por el bien de la humanidad.

Antes hablé de las antorchas que nos ayudarán a seguir en el camino, que son los pequeños gestos o detalles de las personas que te aprecian, tu comida favorita, un momento de paz, ver tu serie favorita, redescubrir el poder de la oración, acciones que te regresan tu felicidad y te dan más ganas de seguir esforzándote, de crecer, de ser resiliente contigo y con los que te rodean, todos los días.

Se dice que la oscuridad no existe, que es ausencia de luz. Nunca sabes que tanta luz puede dar tu antorcha a otra persona, con un simple gesto y a su vez a otra y a otra, seamos esa luz que el mundo necesita, quizá esa luz al final del túnel, la formemos todos con nuestros actos a nuestros semejantes ¿estás listo para pasar la antorcha?

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Manuel Guillermo Moreno Cruz

  • Estudiante de ingeniería industrial en inglés en el Instituto Tecnológico de Hermosillo (ITH).
  • Egresado de la primera Academia Juvenil de Bomberos. y posteriormente instructor en la misma.
  • Asesor en Cross Border Youth Summit: Delegado en Azmun por 3 años consecutivos y ganador del mazo en 2018 (máximo galardón).
  • Colaborador editorial Consejo INCIDE y Coordinador de Juventud INCIDE.
  • Entre los cursos extracurriculares se encuentran:
  • Oratoria y Política Pública (ICADEP);
  • Desarrollo de Apps Móviles (Universidad Complutense de Madrid),
  • Resiliencia Empresarial (ARISE Mx – Naciones Unidas) y
  • Mercados Financieros (Universidad de Yale).

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