24 Jul CIUDADES RESILIENTES A DESASTRES
La crisis global del COVID-19, ha dejado de manifiesto la complejidad e interdependencia de los riesgos que enfrenta la humanidad de manera cotidiana y la incapacidad de los sistemas políticos, sociales y económicos para responder a ellos de manera efectiva. A su vez, la pandemia ha resaltado cómo una misma amenaza, puede tener impactos tan diferentes en distintos países, e incluso dentro de ellos, a partir de las capacidades de respuesta y de los factores subyacentes que generan condiciones de vulnerabilidad.
Las ciudades se encuentran hoy en día en el ojo del huracán ante dos crisis globales sin precedentes:
la generada por la pandemia que puso en jaque a un sistema económico global cada vez más interdependiente y ha significado el cambio de dinámicas sociales fundamentales y la crisis climática que pone en riesgo la subsistencia de la humanidad misma.
De acuerdo con datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), las pérdidas por desastres se calculan alrededor de los 150 miles de millones de dólares anuales y los impactos económicos de los desastres alcanzan un promedio de 300 mil millones de dólares anuales. La mayor parte de dichas pérdidas se concentra en zonas urbanas dado que más del 55% de los habitantes del mundo viven en ellas, y arriba del 80% del PIB mundial es generado en ciudades. Sin embargo, esto también genera una concentración sustancial del riesgo de desastres en las ciudades dada la concentración de capital, de infraestructura y de personas.
De acuerdo con el informe Pérdidas económicas, pobreza y desastres 1997-2017, del Centro para la Investigación de la Epidemiología de los Desastres (CRED), entre 1998 y 2017 México ocupaba el noveno lugar con 46.5 miles de millones de dólares.
De acuerdo al , el cual evalúa el riesgo de 279 ciudades con base en 22 distintos tipos de amenazas, a nivel urbano la Ciudad de México es la ciudad con mayor concentración de riesgo de desastres de Latinoamérica y la onceava a nivel mundial. Las cinco principales amenazas son: caída del mercado, conflictos interestatales, tormentas tropicales, pandemias humanas e inundaciones.
Si bien los riesgos de desastres que se enfrentan a distintas escalas han cambiado dramáticamente en el último siglo, la capacidad de respuesta de comunidades, ciudades y países es poco homogénea debido al aumento de la desigualdad, el debilitamiento de sistemas de protección social, modelos de desarrollo no sostenibles y por esquemas de gobernanza endebles. Dichos cambios han generado una ampliación y reforzamiento de factores subyacentes del riesgo que generan mayor vulnerabilidad ante el impacto de las amenazas, en un contexto cada día más complejo y con mayor número de interdependencias.
Actualmente, las ciudades requieren un cambio urgente. Los riesgos de desastres no pueden minimizarse por completo, pero sí pueden gestionarse mediante un manejo comprensivo de la incertidumbre en la planeación y la toma de decisiones, y mediante la generación de capacidades ante los efectos de distintos impactos a distintas escalas. Una gestión integral del riesgo de desastres es fundamental e imprescindible para transitar hacia un desarrollo sostenible.
El cambiante escenario del riesgo
Lo curioso es que Índice de Riesgo en las Ciudades de Lloyd’s se realizó en 2015 e identificaba tres importantes tendencias emergentes en el escenario global del riesgo que no han sido atendidas debidamente:
1. Las economías emergentes cargarán con pérdidas financieras relacionadas con el 70% del riesgo total está asociado a las economías emergentes, cuyas ciudades a menudo están altamente expuestas a catástrofes naturales individuales como resultado de su crecimiento económico acelerado.
2. Las amenazas causadas por el hombre cobran cada vez mayor relevancia, como desplomes
de los mercados bursátiles, ciberataques, cortes de suministro eléctrico y accidentes nucleares se
asocian a casi una tercera parte del riesgo total.
3. El impacto de los riesgos emergentes (ciberataques, pandemias, plagas y tormentas solares)
es cada vez mayor. En conjunto, representan cerca de una cuarta parte de posibilidad de riesgo total.
Tomado de: https://api.imco.org.mx (ÍNDICE DE COMPETITIVIDAD URBANA 2020, Introducción, Camacho – Torres, p 16-17) y https://cityriskindex.lloyds.com/ (ÍNDICE DE RIESGO EN LAS CIUDADES DE LLOYD’S p-2)