22 Nov ELECCIONES CUESTIONABLES Y PORQUÉ BIDEN NO CONVIENE A MÉXICO
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Año electoral en Estados Unidos. Un proceso antes tranquilo, hoy crítico para una nación que, debido a su actual polarización, se está partiendo en dos lados antagónicos que libran una nueva guerra civil, no en el campo de batalla sino en el de las ideas. La lucha entre dos diferentes Estados Unidos por el espíritu de la nación.
Uno, el de los liberales, generalmente demócratas, prefiere la relajación de los valores morales, cultura de la muerte (aborto, anticoncepción, etc.), ideología de género, restringir a la policía, sacar a la religión de la vida pública, la legalización de las drogas con fines “recreativos”, etc. El otro, el de los etiquetados como “conservadores”, generalmente republicanos, cree en los valores morales, respeto a la vida, valores familiares, respeto a la autoridad, libertad religiosa, y el combate a los vicios.
Este año compitieron Joe Biden (demócrata), y el presidente Donald Trump (republicano), quien no es perfecto (¿qué presidente no tiene aciertos y errores?). A veces, sus criterios, al menos en algún punto, no han sido los mejores. Tampoco ayudó a su popularidad, aquí y entre los paisanos que viven allá, su famoso discurso contra los inmigrantes -especialmente mexicanos- en 2016, y lo del muro fronterizo, que al margen de su “utilidad”, tiene fuerte valor simbólico contra los inmigrantes.
Pero sí lo ha hecho muy bien en otros temas fundamentales: economía, empleo, libertad religiosa, el no apoyar la ideología de género, y lo más importante de todo: el respeto a la vida de los no nacidos. El holocausto en la segunda guerra mundial, con 6 millones de víctimas (aunque hay un estudio que sostiene que fueron dos millones) palidece ante el holocausto del aborto en Estados Unidos, con 60,000,000 de víctimas hasta ahora, mas las madres que mueren en “higiénicas clínicas abortistas” por abortos mal practicados. Muchos creen que la posición pro-vida de Trump es sólo por beneficio político, pero si así se salvan vidas, qué bueno ¿no?
Biden, en cambio, manifestó que promovería el aborto en Estados Unidos y financiaría la promoción y realización de los mismos en el extranjero. Escogió como compañera de fórmula a Kamala Harris, quien como Fiscal General de California ignoró las acusaciones contra la abortista Planned Parenthood -su aliado político- por vender partes de bebés abortados, y actuó contra los investigadores encubiertos que sacaron a la luz tan atroz práctica.
Así que se juega mucho en estas elecciones, y aparentemente ganó Biden, pero no todos lo creen. El día de la elección, observé que en cada estado, si un candidato tenía una ventaja de 5 o más puntos al haberse contabilizado el 40 o 50% de los votos, ya no perdía la ventaja. Al final del día, Biden tenía una ventaja de 248 a 213 votos electorales, pero sólo le quedaba por ganar Nevada (6 votos). Todo se decidiría en Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia. En ellos, todo apuntaba al triunfo del republicano. Aquí es donde el asunto se pone raro, y de hecho, se habla de fraude electoral.
Trump tenía ventaja aproximada de 5 puntos en Wisconsin y 9.5 en Michigan, con el 64% de los votos contado a la media noche. O sea, este arroz ya se coció. Pero a la mañana siguiente ¡Biden está adelante en ambos estados!¿Cómo era posible? Para lo que faltaba por contar, la votación tendría que haber dado un gran y brusco giro a favor de Biden. Si eso, estadísticamente, suena inverosímil que pase en un estado, ¿qué tal cuando ocurre en dos, y al mismo tiempo?
En Pensilvania Trump tenía buena ventaja que también perdió. Los republicanos querían entrar al lugar del conteo como observadores, y aun teniendo el respaldo de una orden judicial, los funcionarios del lugar lo impidieron. ¿Porqué? En Carolina del Norte, Trump no perdió la ventaja, pero casi. De 4.7 puntos de ventaja con mas del 90% de votos contados, al final se redujo a 1.4. En Georgia, Trump ganaba por aproximadamente 1.7 puntos ya con el 94% de los votos contados. Al final, Biden terminó con 0.3 de ventaja. Haciendo cuentas, en ese 6% final Biden tuvo que tener el doble de votos que Trump. ¿Es esto lógico?
O sea que la ventaja aparentemente definitiva de Trump estos estados se esfumó así nomás, como por arte de magia. Algunos dicen que se debe a los votos por correo. ¿Y?¿Sólo los demócratas votan por correo?¿Estadísticamente hay dos universos diferentes: las casillas y el correo?
¿Pero porqué habría de importarnos esto a los mexicanos? Porque, para bien o para mal, desde hace mucho, nuestro gobierno depende, como no queriendo la cosa, de la aprobación y reconocimiento del gobierno americano. Así, el peor escenario para nosotros sería: Biden gana allá la presidencia y aquí en 2021 vuelve a arrasar la izquierda. Con México bajo control total de esta última, y en sintonía un gobierno americano también de izquierda (de tendencia socialista, proabortista, pro-ideología de género, anti-libertad religiosa), sería muy malo para nosotros. Por eso nos conviene que gane Trump.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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