NECESARIO QUE ADULTOS JÓVENES PARTICIPEN EN LA VIDA PÚBLICA - INCIDE
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23 Nov NECESARIO QUE ADULTOS JÓVENES PARTICIPEN EN LA VIDA PÚBLICA

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POR: ARQ. CARLOS MARTIN QUINTERO ORCI

Hubo un tiempo en que los mexicanos no se atrevían a manifestarse ante las arbitrariedades del gobierno. Mientras que en otros países, la gente siempre ha acostumbrado manifestarse públicamente ante los abusos de poder, aquí en México no era así. La apatía siempre ha sido parte de la cultura mexicana, y no sólo para expresar públicamente su opinión, sino para todo en general. La gente difícilmente se compromete a participar en clubes, cursos, asociaciones, etc. Y si se compromete, no es raro que no cumpla.

Pero algo que también hacía que las anteriores generaciones guardaran silencio era el miedo. El miedo al “qué dirán” o a meterse en alguna clase de problema. A los de mi generación, contra las advertencias de la generación anterior (“no te vayas a meter en un lío”, “no vaya a haber represalias”, “no vayas a tener problemas en el trabajo”, etc.) nos tocó comenzar a salir a las calles y a hablar abiertamente en los medios. Eran advertencias bien intencionadas, porque ellos vivieron en una época en que la disidencia no siempre era tolerada por las autoridades. Era la época de la “dictadura perfecta”, en que el gobierno tenía más controlados que hoy a los periódicos.

Pero las cosas cambiaron y llegó el momento en que pudimos salir a hacernos escuchar, y los medios también comenzaron a gozar de más libertad. Como dice el viejo chiste: ¿En qué se parecen los políticos y los perros? En que nomás entienden a periodicazos (aunque muchos estarán en contra de educar así a los perros). Claro, entre los políticos hay excepciones, pero parecen ser una minoría.

Hoy, hay una generación de adultos jóvenes nacidos a partir de la década de los 90, pero como que regresa el fantasma de la apatía para expresarse públicamente en asuntos gubernamentales. Hace unos días, Leo Zuckermann, en la columna (“Sobre La Marcha de Ayer”) que escribió acerca de la manifestación cívica de hace unos días en muchas ciudades del país para defender al INE contra el intento del Gobierno Federal de convertirlo en un instrumento a su servicio, escribió:

Vi algunos contingentes de jóvenes, pero pocos. Eso me descorazonó. Sé, porque está comprobado empíricamente, que la juventud le presta poca atención a la política en todo el mundo. Tienen otras preocupaciones. Sin embargo, tenía la esperanza que los jóvenes responderían al llamado.

Me acordé de un muchacho que el otro día me preguntó de qué estábamos hablando en términos de fraudes electorales cuando decíamos del riesgo que los árbitros regresaran al control gubernamental. Es un chavo que había nacido después de la elección de la alternancia en 2000. Toda su vida ha crecido en un régimen democrático. Tuve que explicarle lo que a mi generación le tocó ver en términos de fraudes a la antigüita. Al final de mi exposición, me dijo que no lo podía creer”.

En la marcha de Hermosillo, Sonora, la señora Ana Lourdes Salazar, micrófono en mano, expresó: “Soy madre, abuela y bisabuela, y estoy muy preocupada por el futuro de nuestros hijos y nietos; me preocupan las nuevas generaciones que no se dan cuenta del futuro que les espera si permitimos que nuestra democracia incipiente y perfectible, que tantas luchas y vidas costó para construirla, se ve amenazada por una iniciativa que pretende llevarnos de regreso al pasado, como cuando vivimos una dictadura del partido de los años setenta”.

Señaló que las nuevas generaciones han disfrutado de las libertades sociales, pero no conocen el costo que representó el poder alcanzarlas. “Por eso sentí la imperiosa necesidad de salir a la calle a defender al INE, apoyada en un bastón y una andadera para caminar, pero con la dignidad que me da la libertad que hoy tenemos” (artículo “Salen en Defensa del INE”, periódico Expreso). Y es que, al parecer, las marchas en nuestro país contra los abusos del Estado son hoy realizadas principalmente por personas mayores de 40 años.

Hay que enseñar a los jóvenes que en toda sociedad, para llevar una vida normal, hay veces en los que hay que luchar. En el México de hoy, nos toca salir a la defensa de los valores fundamentales: vida, familia, libertad religiosa y democracia.

La juventud actual tiene que aprender a interesarse e informarse de la cosa pública en cuestiones de leyes y gobierno, y a manifestar, no lo que dictan las reglas de lo “políticamente correcto” o lo que les dicen quienes los compran con una “beca” Benito Juárez, sino lo que, haciendo uso de su capacidad de raciocinio, se informaron, pensaron, compararon, analizaron y concluyeron.

Carlos Martín Quintero Orcí

arqcquintero@yahoo.com

Puntos curriculares:

*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.

*Colaborador de INCIDE desde el 2001.

*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.

*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.

*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.

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