24 Jul DE LA IDEOLOGÍA A LA TIRANÍA DE GÉNERO
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POR: ARQ. CARLOS MARTIN QUINTERO ORCI
Hace poco se llevó a cabo la ceremonia de graduación de la carrera de psicología de la Universidad Autónoma de Baja California, campus Ensenada. El elegido para dar el discurso fue Christian Fernando Cortés Pérez, quien terminó sus estudios con promedio casi perfecto de 99.91. Habló de la dignidad y los derechos del hombre ante los falsos nuevos derechos que la izquierda está imponiendo a través de políticas públicas e iniciativas de ley.
Pero pese a que se fundamentó en la ciencia y el derecho, así como citando a autores de gran prestigio, y de que fue respetuoso, ya que nunca se manifestó contra personas o instituciones, eso no evitó que se molestaran los partidarios de ideas “progresistas” que estaban presentes en la ceremonia, comenzando al grito de “¡Viva la diversidad de género!”, secundado con más gritos por parte de otros de los presentes, que tras esto abandonaron el auditorio en señal de protesta, irrespetando así a Christian y a la solemne ceremonia que se estaba realizando. Si no estaban de acuerdo con el discurso, hay instancias donde podían presentar su queja, pues la ceremonia no era el lugar ni el momento propicios.
Tras lo ocurrido, se lanzó una campaña de odio en contra de Christian (a quien, irónicamente, le lanzaron la ya trillada acusación de “discurso de odio”), exigiendo que se le desconozca su mérito académico e incluso que se le niegue el título profesional. Esto sí que cae dentro del concepto de “odio”, que la Real Academia Española (RAE) define como: “Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea”. (Poco después, algunos de sus detractores cambiaron su postura e incluso emitieron comunicados tratando de deslindarse de los hechos).
Seguramente Christian ya sabía de antemano a lo que se exponía, y aun así siguió adelante, dando un ejemplo de valentía y congruencia moral a esta sociedad que ha permitido con su generalizado silencio -por miedo o apatía- que las ideas nocivas ganen terreno rápidamente, lo que ha envalentonado a los ideólogos de género, y es así que hemos podido ver en los últimos años aquí en México, que los festejos del llamado mes del “orgullo” tienen un avance considerable respecto al año anterior.
Tampoco podemos olvidar el caso del diputado Gabriel Quadri (PAN), a quien, el pasado 31 de marzo, en una sesión en la Cámara de Diputados (que en junio, durante la “semana pride” cambió su letrero a “Cámara de Diputades”), le armaron tremenda alharaca por llamar “señor” (lo que fue calificado como “fobia”, “comentario transfóbico” y hasta “agresión”) a un diputado de Morena, quien afirma ser mujer y se presenta así vestido a las sesiones.
Peor aún, el Presidente de Comisión de Doctrina del PAN, en vez de apoyar a Quadri, se manifestó en su contra, demostrando con ello falta total de compañerismo, de unidad partidista, y de que el PAN, pese a que aún conserva algunos dirigentes coherentes con los valores de este partido, dista ya mucho de ser lo que era antes. Lo que vemos hoy ya no es “ideología” sino “tiranía” de género. Finalmente, Quadri se achicopaló y terminó disculpándose.
Ideas francamente ridículas –por ejemplo, que cada quien puede ser del sexo que quiera sin importar su realidad biológica- en circunstancias normales sólo provocarían risa y caerían por su propio peso. Pero la cosa cambia cuando se inyecta mucho dinero en su reconocimiento por parte de la ley y en su difusión, así como el adoctrinamiento de los jóvenes en las escuelas -estén o no sus padres de acuerdo- y a través de películas y series de televisión. Hay actualmente una reingeniería social que pretende destruir lo hasta hoy construido sobre la familia, la identidad humana, la mujer y hasta la religión.
Es muy importante aclarar que la ideología de género, favorable también al aborto y de llamar “familias” a las uniones del mismo sexo, no representa el punto de vista de todos los homosexuales, de entre los cuales, para sorpresa de mucha gente, hay quienes son pro-vida y pro-familia, además de estar también en contra de las grotescas manifestaciones realizadas en las calles por el lobby gay, así como de la tiranía LGBT, de la que muchos de ellos sufren represalias cuando no se alinean a sus dictados, como por ejemplo cierta escritora lesbiana inglesa (no recuerdo su nombre), por manifestar en un artículo que prefiere a las nacidas como mujer que a los “transgénero” (hombres que se operan para tener apariencia de mujer).
El movimiento LGBT comenzó como una lucha para evitar las agresiones y la discriminación injusta en contra de los homosexuales. Pero hoy, la izquierda se ha apoderado de él y lo ha convertido en un arma política. Cambiaron la homosexualidad de ser una orientación sexual a ser una orientación política. Y hay homosexuales que incluso han recibido amenazas y maltratos por expresarse en contra de ello. Para el lobby LGBT, la disensión se paga caro. Su mensaje a la comunidad homosexual parece ser: “se tú mismo, pero piensa como yo te digo”.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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