Aterrizando sobre la Gestión Integral de Riesgos de Desastres - INCIDE
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20 Ene Aterrizando sobre la Gestión Integral de Riesgos de Desastres

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Hemos iniciado el 2021 y con ello muchos tenemos una lista de grandes deseos que queremos cumplir y otros más pidiendo solo uno: Salud. Por lo que deseamos que a todos nosotros nos vaya bien y podamos ver a nuestra familia y amigos en perfecto estado ante las circunstancias que hoy día atraviesa nuestro País.

            Ahora bien, en el artículo pasado cuando iniciamos definiendo los Drones y los usos que estos podrían tener, mencioné que son de gran ayuda, con numerosos casos de éxito en todas partes del mundo y de gran probada superioridad en las funciones que estos tienen, sin embargo, me causa demasiada decepción el saber que las autoridades locales aún no han normalizado su uso para la Gestión Integral de Riesgos de Desastres, siendo esta una gran herramienta que junto con los Software de Modelado en 3D permite el análisis de áreas que pueden verse afectadas por fenómenos naturales o antrópicos.  Esta herramienta es muy útil al momento de hacer un trabajo de estimación de los riesgos y con ello trabajar en la prevención. Es posible en cierto momento ajustar los elementos resultantes expuestos y determinar los factores vulnerables del territorio, lo que ayudará a hacer pronósticos antes de que ocurra un desastre y favorecerá mucho en el momento que se deseen implementar medidas de mitigación de riesgos.

            El uso de estas nuevas tecnologías ayudan en mucho para determinar numerosas veces riesgos o amenazas  en zonas de difícil acceso; cubican volúmenes de material que puede desprenderse en casos de probables deslizamientos de laderas, determinan fallas en el suelo por medio de las mediciones de estructuras geológicas, contabilizan arboles en zonas plantadas, determinan la salud de los mismos para pronosticar probables incendios forestales, y un sinfín de usos que pueden tener al momento de gestionar los riesgos; con las cámaras que portan, dan una visión más amplia del área de estudio sin correr el riesgo que conlleva, muchas  veces, el hacer este trabajo de manera manual. 

            También estos pequeños aviones pueden ingresar a áreas destruidas como derrumbes, inundaciones, tsunamis, terremotos, incendios, etc., y pueden meterse a las áreas inaccesibles más rápido y buscar víctimas.  Por tanto, la permisibilidad de evaluar el territorio antes de la llegada de los servicios de emergencia permitirá planificar el tipo de operación de rescate que se llevará a cabo y las medidas preventivas a considerar para el acceso oportuno de los servicios requeridos para la atención y rescate de las víctimas.

            Así pues y viendo la problemática que esto representa, tuve la oportunidad de participar el año pasado (finales de agosto para ser exactos) en el “1er Foro Internacional de Estudiantes de Ingeniería:  INGENIERÍA Y RESILIENCIA”, exponiendo la propuesta “La importancia de la ingeniería en la GIR”, y en ella proyecté como esta ha contribuido en gran medida en la reducción de riesgos y en especial, la tecnología.

            La propuesta se basó prácticamente en exponer, como la tecnología aplicada a los drones pueden ayudar en los diferentes procesos de la GIR, pues su uso es transversal, ya que se puede utilizar en las diferentes etapas, desde la identificación de riesgos, la previsión, la prevención, la mitigación, pasando por la preparación y el auxilio y terminando en la recuperación y la reconstrucción; es decir, en el antes, el durante y el después.  Por lo tanto, debemos considerarla como una herramienta idónea e indispensable al momento de analizar las amenazas, y sigo insistiendo, sin embargo, muy pocas autoridades voltean a verlas.

            Estas nuevas tecnologías, también se han utilizado para evaluar desde lo alto los impactos y las consecuencias de los desastres ya ocurridos. Así mismo, la información geoespacial que generan por medio de la teledetección y la fotogrametría es muy valiosa a la hora de tomar decisiones, pues con ella se pueden realizar Ortomosaicos, modelos digitales de elevación (DEM), modelos digitales de superficie (DSM), curvas de nivel, etc. para determinar el tipo de riesgo o en su caso el tipo de daño causado tras el impacto de un fenómeno.

            Sanny Jegillos, Asesor Principal en Reducción del riesgo de desastres del Centro Regional del PNUD en Bangkok, hace referencia que en una ocasión sintió curiosidad por explorar maneras de utilizar las nuevas tecnologías y la innovación para mejorar su trabajo; en ese momento, él contaba con un dron con el que “jugaba” en su centro laboral para distraerse sin saber lo que tenia en sus manos; buscaba la manera de cómo aplicar la tecnología en la labor de reducir el riesgo de desastres, por lo que con su equipo de trabajo se preguntó: ¿Cuáles son los problemas que deberían abordar en los próximos años?  Así que su equipo y él trabajaron con una plataforma prospectiva para elaborar una encuesta centrada en estas preguntas. Y los resultados mostraron que, en realidad, pocos profesionales de este campo conocen las tecnologías empleadas en la respuesta a los desastres.

            En ese momento, se pusieron a trabajar para ver que podían hacer para mejorar la preparación ante los desastres en las Maldivas, uno de los países más vulnerables a los riesgos del cambio climático en todo el mundo.  En esta zona el ochenta por ciento de las islas se encuentran a una elevación de un metro por encima del nivel del mar.  La subida del nivel de los océanos amenaza con sumergir muchas de estas islas. Así que por este “pequeño” detalle los mapas de riesgo constituían una importante fuente de datos, a medida que se van tomando imágenes visuales de una misma zona a lo largo del tiempo, o antes y después de un desastre.

            Ellos sabían que esto podia ayudar a identificar cambios en la vulnerabilidad del entorno físico y proporcionar pruebas fehacientes de los procesos que tienen lugar, algo esencial para la toma de decisiones.  Los mapas pueden ayudar a diseñar acciones adecuadas para proteger a las personas y sus medios de vida de los riesgos climáticos.

            Con más de 160 islas habitadas y dispersas a lo largo y ancho de una vasta área, la principal dificultad a la que se enfrentaron fue cartografiar estas zonas.  La elaboración de un mapa realista de 11 islas normalmente llevaría casi un año, un tiempo del que no se disponía. 

            Por esta razón, empezaron a debatir la posibilidad de utilizar drones para crear mapas en 3D y hablaron con el Centro de Gestión de Desastres y la Fuerza Aérea de las Maldivas sobre la posibilidad de usar drones en operaciones de búsqueda y rescate.

            Pocos meses después desarrollaron un mapa en 3D de Maibadhoo, una aldea que sufrió graves daños durante el tsunami de 2004.  El mapa, que ayuda a identificar zonas de seguridad en caso de inundación, también permitió distinguir las zonas costeras que han sufrido erosión de las que están protegidas por manglares y arenas movedizas. 

            Así pues, con el dron, bastó solamente un día para cartografiar la isla entera, por lo que estos resultados fueron brillantes y más de lo que ellos esperaban, en esa ocasión esos drones, ayudaron a luchar contra los riesgos del cambio climático.

            Y así como este caso de éxito de las Islas Maldivas, podríamos mencionar algunos otros que se pueden llevar a cabo, ante estas circunstancias cobra mayor relevancia disponer de equipamientos modernos y actualizados, sin embargo, debe haber un denominador común, voluntad para hacerlo y determinación para lograrlo.

            Quizá para algunos políticos o autoridades esto no ayuda porque no tienen resultados tangibles, algo que ellos puedan presumir como logro de su gestión como la pavimentación de calles o la construcción de un elefante blanco que solo sirve para allegar adeptos a sus intereses, sin embargo, le están quitando a las nuevas generaciones la oportunidad de vivir en un entorno con menor riesgo, le están quitando a nuestros niños la oportunidad de vivir mejor mitigando su entorno.  Todo profesional del riesgo tiene en sus manos, la responsabilidad de que esto se lleve a cabo sin el menoscabo de la seguridad de las personas, es la hora de demostrar que queremos un mejor entorno para nuestra familia.  En nuestras manos está lograr los mejores resultados con las herramientas que los avances de hoy día nos está brindando.  Sigamos insistiendo en el uso de las nuevas tecnologías para lograr mejores resultados en el menor tiempo posible, eso abrirá mas campo de trabajo especializado y mas profesionales del ramo que coadyuven a la consecución de los resultados.

            Y RECUERDEN QUE  ¡VOLAR ES FACIL, LO DIFICIL ES QUIEN TE BAJE!

FEDERICO RÍOS DOMÍNGUEZ

  • Director de Seguridad, Construcciones SECABA SA de CV
  • Piloto aficionado de drones
  • Estudiante de la Escuela Nacional de Protección Civil, Campus Chiapas

Cel.- +52(722)170 50 66

frios@secaba.com.mx