07 Nov MARCOS SALVADOR HERNÁNDEZ SALAS

Lo conocí hace 20 años aproximadamente, se desarrollaba la EXPO MATERIALES DE LA CONSTRUCCIÓN, revista INCIDE iniciaba, con apenas  año medio en el mercado pero con planes de crecimiento y expansión. Sabía que INCIDE debía estar en esa EXPO y sí estuve, después de pagar 8 mil pesos para estar en la parte de la explanada exterior en el Centro de las Artes de la Universidad de Sonora. Iba por intercambio completo, pero él tenía otros planes, que aprendiera mi primera lección: para ganar hay que invertir.

Durante ese periodo, acepté tomar el curso de ventas integrales y liderazgo, no muy convencido, pero fue parte del intercambio, con conceptos que se me hacían exagerados, pero su perfecto proceso de enseñanza poco a poco empezó a romper mis esquemas mentales, con su liderazgo y escucho por vez primera su definición de visión, como la imagen clara de un futuro mejor, frase con la que me hipnotizó por completo.

Es cuando me atrevo a platicarle un sueño, transformar INCIDE en un órgano integrador de los organismos gremiales, para poder participar en la decisión de políticas públicas y lograr cambios sustanciales. Se me quedaba viendo y me preguntaba: “¿y? ¿Qué quieres de mi?” A lo que yo respondía pues que me dijera como hacerlo, él era el experto, era el asesor.

Soltó una carcajada mientras escribía “pues hazlo” en una tarjeta, me la entregó y me dijo: “pues así como me lo dijiste, debes de ir a convencer a cada uno de los presidentes de los gremios e invitarlos a tu proyecto” te espero en una semana para que me digas como vas, porque ahorita tengo que recibir a otra persona”  obviamente, imaginarás la cara con la que me quedé.

Nunca supe la verdad, él siempre me dijo que así lo planeó, pero en realidad, siempre tuve la duda, jajaja, sobre todo cuando a la semana volví y le dije que ya estaba listo, 14 presidentes de organismos se sumaron al proyecto; en ese momento, la cara de él,  estaba mas impactada que la mía cuando se lo plantee.

Desde entonces, no hubo paso que diéramos en INCIDE en donde él no fuera consultado; obviamente muchos tinos y errores de mi parte, me hizo desaprender muchas enseñanzas previas de mi actividad profesional y laboral.

Y así empezamos una planeación real del proyecto, le iba diciendo que quería hacer, quería lograr y cada paso que se iba dando, hasta el día de hoy, me decía siempre dándome un beso en la mejilla: “Loquillo no sabes lo orgulloso que estoy de ti”, debo de reconocer, que al principio, eso del beso no me convencía mucho, ya que en mi familia no éramos afectos a eso; sin embargo con el paso del tiempo y el crecer de mis hijos me fui dando cuenta del gran valor que significaba para él y obvio ahora para mi.

En 2006 empecé a dar clases en la Universidad de Sonora, precisamente en ingeniería civil la materia de administración de la construcción, caldo de cultivo perfecto para enseñar a desaprender y desingenierizar a los muchachos y formarlos en liderazgos futuros; solo dos semestres a causa de su enfermedad, durante todo ese tiempo dejó de ir a dar una plática con ellos, y ahora ni la pandemia lo detuvo y apenas el pasado 17 de septiembre les habló, como sabía hacerlo cambiando de inmediato la manera de ver la vida.

Durante cada mes, en 20 años, escribió para INCIDE y siempre recordaré sus última charla conmigo, apenas hace tres meses, largo y tendido, siempre cuando me llamaba para “orientarme” si veía desde su óptica que algo no andaba bien, aunque confieso que no siempre le hice caso, pero también festejaba mis éxitos y enjugaba mis fracasos, siempre al pendiente de quienes él llamaba sus tres hijos putativos.

Personas como Marcos nunca mueren, escriben en la memoria y en nuestros corazones con alegría y sus acciones, nuestros aprendizajes, sin embargo, envío un fuerte abrazo a su amada esposa Nancy Elena Regino, su fiel y valiente compañera, que inverso a su frágil figura representaba su apoyo y su fortaleza que lo mantenía vivo y luchando como siempre pidiendo a Dios a diario, sólo un día más.

Persona sencilla, amada, carísmática, inteligente, creyente, innovador, proactivo, generoso, irónico cuando se lo proponía, diligente, líder siempre en crecimiento, cosntrucción y desarrollo, conocía el gran poder del perdón, siempre dispuesto a ayudar, te brindaba su mano y su vida entera para que tus sueños los hicieras realidad, vendedor como ninguno, verdadero amigo de sus amigos, con errores y virtudes como cualquier otro ser humano, pero resiliente que hasta el último día de su vida, con su mensaje afirmando que al final no importa si las cosas no salen como esperabas, porque más vale tener cicatrices por valiente que la piel intacta por cobarde, Descanse en Paz mi querido maestro, pero sobre todo, mi querido amigo.

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