23 Jul Prepp-aracionistas de Sentido Común.

Mis amigos constantemente me llaman “Prepper”. La primera vez que me lo dijeron, debo reconocer me generó un poco de molestia pues yo tendría unos 17 años y mi familiarización con este término era limitado a las películas de Cine Catastrófico y con una connotación directa de pensamiento negativo, obsesivo y destructivo.

Por azares de la vida, por mi personalidad, mi educación, así como uno que otro evento afortunado y desafortunado, no puedo negar que desde pequeña tuve esta disposición natural a prepararme y prevenir. Definitivamente es algo que se siente natural así que ya no me molesta ser catalogada como una.

Es más, si me apuran, me divierte cuando mis amigos mencionan que me quieren en su equipo del fin del mundo. A lo que yo respondo que espero eso no sea necesario.

A los 14 años comencé con mi cajón del fin del mundo, no les contaré lo que tiene, pero si les diré que puede mantenerme con vida por un año en caso de escasez y durante los primeros meses de la pandemia me dio gran paz mental y permitió no solamente tener menos ansiedad, también me ayudó a enfocarme en otras prioridades, pues mis necesidades básicas y las de mi familia estaban cubiertas.

Y cuando refiero a cajón, es casi en sentido literal pues no ocupa mucho espacio.

Por mucho no soy una Prepper en toda regla, o al menos no lo que aquellos autodenominados Preppers o Preppers Extremistas consideran como tal.

Pero vamos por partes, si bien lo que los mismos Preppers Extremos consideran como Prepper realmente es Survivalismo (del inglés survivalism), para efectos prácticos Prepper y Survivalista se han convertido prácticamente en sinónimos.

Aunque realmente el Prepper Extremista es un Survivalista por definición.

El Survivalista o Prepper Extremista se prepara para un colapso de orden socioeconómico brutal y absoluto, o como ellos prefieren llamarle, un evento “SHTF”. Como este articulo lo mantendremos apto para casi toda la familia, no entraremos en detalles del significado de esto, pero digamos que es el peor escenario que podemos imaginar.

Definitivamente no planeo para sobrevivir al SHTF es más, ni siquiera veo viable sobrevivir a un verdadero apocalipsis y soy la primera en cerrarle la puerta a las teorías conspiracioncitas, pero si me preparo para sobrevivir por lo menos las 72 horas siguientes a un posible desastre, especialmente a esos desastres que sabemos somos más propensos a enfrentar según nuestra residencia o rutina.

Y si bien no compagino con el discurso de Prepper Extremista, si he adoptado algunas de sus reglas, entre ellas, la necesidad de ayudar a preparar a la comunidad.

Una de las 10 reglas inquebrantables e inamovibles de la cultura Prepper es el ayudar a la comunidad a prepararse, pues si bien un Prepper debe ser autosuficiente en su mayor medida, también es consciente de que es muy poco probable sobrevivir estando sólo, y sabe bien que entre más preparada la comunidad, menor el impacto y mayor rapidez de la recuperación.

Como he mencionado, no me considero Prepper Extremista, es más, ni siquiera creo que sea posible ser un Prepper a toda regla viviendo a la mitad de una Ciudad como la CDMX, pero si me veo como Prepper de Sentido Común.

Aunque como hemos visto, para muchos, el verdadero Prepper es el que se prepara para el fin del mundo, para mí es aquel que se prepara para sobrevivir los riesgos más probables que enfrentamos, incluyendo las pandemias que sabemos se ven directamente impactadas en su recurrencia por el cambio climático.

Un Prepper de sentido común no necesita construir un Bunker, pero sí prepararse en sentido práctico para enfrentar un evento temporal que nos desbalancee y que no necesariamente tiene que ser catastrófico a nivel global. Cosas más rutinarias como interrupción o falta de suministro de luz, agua, medicamentos o incluso ciertos alimentos. Estos últimos especialmente cuando sabes que dependes de alguno especifico de manera prolongada o incluso permanente.

Y no, tampoco se trata de hacer una acumulación compulsiva sin sentido, pero contar con lo mínimo necesario, una mochila de 72 horas, reservas de agua de 3 días, productos básicos de limpieza o desinfección de agua – que caben en un gotero-, así como alimento de larga caducidad para una semana.

Ser Prepper de Sentido Común no se trata de acumular en un intento de sobrevivir a un colapso global, a un enorme asteroide, un desastre nuclear global, o incluso la erupción explosiva de las calderas de Yellowstone.  La realidad es que la mayoría, por más “preparados” que estemos no sobrepasaríamos las 3 primeras semanas posteriores de un evento global catastrófico de este tipo, pero podemos sobrevivir a los 3-5 días en los que usualmente tarda en llegar la ayuda en eventos catastróficos más rutinarios.

Y mejor aún, en caso de ser necesario, evitamos tener que realizar compras de pánico y facilitaremos nuestra recuperación y la de nuestra comunidad.

Siempre lo he dicho, es imposible estar preparado para todo riesgo, especialmente cuando ese todo riesgo ni lo conocemos o de ser conocido implica el colapso global, pero podemos prepararnos para sobrevivir a todo riesgo más probable de ocurrir, de confrontar y para el cual si sea viable entrenar.

Aspiro a que todos los que estamos en posibilidad de hacerlo – hay que aceptar y entender no es para todos-, seamos Preppers de Sentido Común, con capacidad de adaptarnos y ajustarnos a la situación

Volviendo al bunker pues es lo primero que la gente suele relacionar con el Prepper, no se trata de tener un Bunker, se trata de contar con elementos básicos y prácticos diarios para un apagón prolongado – que ya hemos vivido recientemente-. Prepararnos para un corte de agua extenso, a los cuales tampoco somos ajenos en muchas áreas, o porque no, incluso para una Tormenta Solar de intensidad moderadamente disruptiva.

Ser un Prepper de Sentido Común es estar preparado para emergencia rutinarias, emergencias personales, condiciones climáticas difíciles, incluso el perder la fuente de ingreso económico o poder hacer frente a los costos de una enfermedad.

Ser Prepper es contar con conocimientos, técnicas y estabilidad emocional que nos permitan atravesar esas crisis, ya si eres más aventurero, incluso saber cómo realizar labores de búsqueda y rescate

Por nosotros y por nuestra comunidad, pongamos de Moda ser un Prepper de Sentido Común.

Lyndsay Garnica

• Abogada y criminalista.
• Candidata a Doctora en Derecho de Comercio Exterior.
• Cuenta con un MBA por Incarnate Word University, es Maestra en Derecho Marítimo por la Universidad de Oslo con especialidad en Seguro Offshore. Cuenta con formación en comportamiento humano incluyendo Estudios en Resiliencia Comunitaria ante el Desastre por la Universidad de Ben Gurion en Israel y Psicotraumatología en Newman Institute así como diversos diplomados en criminología, psicóloga criminal y psicología transpersonal.
• También cuenta con estudios de educación continua en Química por la UNAM.
• Más de 13 años en el sector de siniestros, daños y seguros especializándose en grandes riesgos, derecho de daños y responsabilidad Civil en México, Estados Unidos, Noruega y diversos países de Latinoamérica.
• Ha participado en el manejo de grandes riesgos en diversas áreas, tanto legales, control de crisis, ajuste y control de reclamos.

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