LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO AMPLÍA SUS OBJETIVOS - INCIDE
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24 Jun LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO AMPLÍA SUS OBJETIVOS

Hace poco apareció en la televisión un comercial (como caricatura, obviamente dirigido a los niños) de conocida marca de papas fritas, en el que sale una señora ya mayor quien, junto con otros familiares, va a visitar la tumba de su hermano. De repente sale de la tumba el espíritu del hermano, por lo que la señora se alegra. Pero también sale el espíritu de otro señor. La señora se extraña porque no sabe quién es este último. El hermano se lo presenta y entonces ambos “espíritus” se toman delicadamente de la mano, en lo que obviamente es una relación homosexual. Entonces la señora se pone feliz porque su hermano “ya no va a estar solo” (¿Cómo se relaciona esto con las papas fritas? Ni idea).

Y es que el bombardeo a favor de la ideología de género -con el que, por cierto, no todas las personas homosexuales están de acuerdo- , que pretende hacer ver la homosexualidad como algo normal y hasta digno de celebración, que es cada vez más intenso, y que aumenta durante el mes de junio de cada año, por ser este considerado como el mes del “orgullo”, ahora va por niños y adolescentes. Y así como el mencionado anuncio, hay también otros dirigidos a los menores, con frases como “celebra las historias LGBT”, “puedes ser lo que quieras ser”, etc.

Incluso la Disney, que antes era garantía de sano entretenimiento familiar, hoy se suma al esfuerzo por adoctrinar a los menores de edad a través de caricaturas, películas y celebraciones gay en Disneylandia. Y hasta sistemas educativos nacionales hacen también lo propio. Parece que los legisladores de muchos países, por interés, por cobardía, o por otros motivo$, olvidan (o hacen como que olvidan) que esto es un crimen llamado “corrupción de menores”. Esto se da a un nivel global, en lo que ya resulta por demás obvio que se trata de una campaña multimillonaria e impulsada por parte de las élites que buscan imponer un nuevo orden mundial.

Se trata de un largo proceso que comenzó, ante una sociedad occidental amodorrada, sacando a la religión de las escuelas. Después vino la relativización de la moral, luego la “revolución sexual”, y tras esto, quedó ya el terreno preparado para lanzar la ofensiva principal. Claro que la ideología de género no se podía imponer de golpe y porrazo, porque la sociedad de antes, que aún pensaba con sentido común, habría despertado y lo habría impedido resueltamente.

Así que estas ideas también han tenido un largo proceso:

   – 1960s: Solo queremos que nos dejen en paz.

   – 1970s: Solo queremos nuestros propios bares y centros de adultos.

   – 1980s: Queremos ser vistos y escuchados por el público en general.

   – 1990s: Queremos estar bien representados en la cultura popular y en posiciones políticas de poder.

   – 2000s: Queremos redefinir el matrimonio y el concepto de cuál es la estructura óptima del hogar para la crianza de los hijos para que podamos casarnos y adoptar.

   – 2010s: Queremos que nuestras ideas, conductas y fetiches sexuales se enseñen en las escuelas, universidades, bibliotecas públicas y en todo el espectro de la vida cívica para que todos lo acepten y lo celebren.

   – 2020s: Queremos silenciar toda voz pública que no esté en línea con esta ideología y que considere los comportamientos que ésta promueve como "pecaminosos" o "desordenados", creando un nuevo statu quo que no puede ser cuestionado, criticado o debatido por nadie.

 En 1973, no como resultado de un estudio científico que lo demostrara, sino por votación, tras años de intensa presión en el cabildeo de activistas del lobby gay, la Asociación Americana de Psicología retiró a la homosexualidad de la lista de desórdenes mentales. Cuando esto es cuestionado, sus defensores argumentan: “¿A poco tú sabes más que los psicólogos?”, a lo que cabría responderles: “¿Y a poco los psicólogos que votaron a favor saben más que los psicólogos que votaron en contra?”. 

Así es cómo evolucionan las malas ideologías: primero demandan tolerancia, luego aceptación, luego poder, y una vez que lo han alcanzado, total sumisión. Lo que comienza como un gatito gracioso, termina como un tigre descontrolado. San Pablo en una de sus cartas, en donde habla de los falsos maestros que enseñaban ideas moralmente equivocadas, decía: “Vendrá el tiempo en que (las personas) no soportarán más la sana doctrina, antes bien, se amontonarán maestros con arreglo a sus concupiscencias”. Y aunque esto fue escrita hace 20 siglos, sigue siendo muy actual, ya que por lo visto las cosas no han cambiado mucho.

 

Carlos Martín Quintero Orcí

arqcquintero@yahoo.com

Puntos curriculares:

*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.

*Colaborador de INCIDE desde el 2001.

*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.

*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.

*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.

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