12 Jun El día que descubrí que Memo Moreno no era el mejor fotógrafo del mundo

La pasión por la fotografía me llegó temprano, a muy tierna edad, digamos que antes de los 6 años ya me interesaba todo lo que fuera capturar imágenes fijas o en movimiento.

Muy posiblemente lo traigo incrustado en mi ADN por parte de mi señor padre, que en paz descanse.

Para cuando mi camino se cruzó con el de Don Memo Moreno a pesar de yo tener escasos 14 años, ya traía en mi un enamoramiento de la fotografía de años atrás. Razón por la cual el “Clic” fue inmediato.

Ante la ausencia en este plano astral de mi padre, encontré en los consejos, enseñanzas y los regaños de memo moreno, una especie de figura paternal, que con el tiempo fue evolucionado a respeto y mucha admiración profesional.

Ciertamente no pase muchas horas ante su tutoría fotográfica, desafortunadamente era yo un joven demasiado inquieto para enfocarme solo en una cosa, Aun así, sus clases en la casa de la cultura y sus consejos privados en su taller, fueron construyendo esa idea de que tenia ante mi no solo a un apasionado de la fotografía sino a un verdadero artista, un genio en el arte de comunicar con imágenes, sobre todo las que representaban algún rincón de nuestro bello estado.

La fotografía de paisaje era lo que más llegue a admirar de Don memo, no desacreditando en ningún momento sus retratos y fotografía publicitaria, que simplemente era geniales.

Cada vez que había una exposición, una publicación de su trabajo o por azares del destino entraba yo a algún inmueble donde se encontraba colgada en la pared una fotografía firmada por el, me sentía muy orgulloso de no solo conocerlo, sino de haber sido su incipiente alumno.

Para mi, Memo era el mejor fotógrafo del mundo y punto.

Con esa idea transite varios años en mi vida profesional, siempre fue y ha sido un modelo a seguir profesionalmente hablando.

La vida me ha llevado a dar clases en universidades de fotografía y seminarios de composición de imagen, así mismo como profesional he dirigido algunos cortometrajes nacionales y productos de promoción audiovisuales donde siempre había un pensamiento primitivo en mi cabeza: ¿cómo lo haría Don Memo Moreno?.

Con el paso del tiempo fui encontrando nuevas imágenes que me fueron enamorando, descubrí nuevas visiones y nombres de profesionales de la lente que me gustaban mucho.

Pero…No eran Don Memo.

Al principio me resistía a reconocer el trabajo de fotógrafos ajenos a mi mentor, pero poco a poco fueron multiplicándose y ganándose mi admiración. Encontré fotografías bien hechas, a la altura de trabajo de Memo; Hasta que finalmente un día observé graficas que estaban plasmadas en una técnica que a mi antiguo maestro no le había conocido.

Ante la enorme calidad y creatividad que veía en otros fotógrafos, un día tuve que ceder.

Don Memo Moreno NO era el mejor fotógrafo del mundo y experimente un parte aguas en mi percepción.

Ya con esa perspectiva en la cabeza, miraba de otra manera las propuestas y los encuadres de estas nuevas generaciones de fotógrafos, por ende, los empecé a conocer mas y naturalmente a querer saber mas de ellos, ya que al fin y al cabo representaban mi área de estudio y la base de mi vida profesional en audiovisuales.

Y fue precisamente en esa búsqueda que acabo de describir que encontré un increíble común denominador, un hilo conductor que construía una historia, un legado de grandeza.

Todos habían sido alumnos de Don Memo Moreno Y de repente todo volvía a tener sentido, así entendí que la parte fuerte y fundamental del legado cultural y creativo de Memo Moreno era el de transferir su genialidad y su
experiencia a los mejores fotógrafos en ciernes.

Y esa escuela se seguirá trasmitiendo por muchas décadas más, siempre impregnada de la increíble y única semilla que germinó hace 68 años y hoy es el árbol genealógico más fuerte de artistas y profesionales visuales no solo en el estado de Sonora sino muy probablemente en México.

Un legado que no cualquiera puede presumir.

Por eso mi maestro Memo Moreno siempre será el mejor fotógrafo del mundo.

M.E. Aníbal Pérez Rocha

Licenciado en Comunicación con 38 años de especialización en política y educación.

• Docente Universitario en UNISON y TEC DE MONTERREY.
• Cineasta independiente.
• Escritor y productor de audiovisuales publicitarios.

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