En el pasado, principalmente durante el siglo XX todo pensamiento, actuar, expresión artística o cuestiones políticas que no cuadraban con los estándares establecidos eran cuestiones revolucionarias. Y estas cuestiones revolucionarias nos llevaron cambiar costumbres, valores y la forma de ver el mundo. Este cambio revolucionario nos ha encaminado a un mundo de mucha relajación moral, cultural y religiosa.

En un buscar en el ciberespacio información sobre como contrarrestar la avalancha de relativista que tenemos encima me topé con personas sumamente preparadas y de una pieza, sin miramientos en su hacer y decir. Debo reconocer que me costó entender, bueno, más bien, aceptar la franqueza con que dirigen sus discursos y conferencias.

A partir de los años ´90s fuimos confundiendo tolerancia y respeto, con pérdida de valores sociales, culturales y religiosos. Al grado que lo único importante es lo que yo siento, lo que yo quiero, lo que a mí me afecta. Si alguien se divorcia, se cambia de religión, decide abortar, le gusta cambiar de pareja cada día, los hijos se van a vivir con sus parejas, o cualquier otro acto que tú puedas recordar, ¿qué decimos?:

• Cada quien
• Ya ves cómo está el mundo
• Ya no es como antes
• Ahora ya será feliz
• Mientras no me afecte
• Los tiempos cambiaron
• No podemos controlar a los hijos
• Y otras expresiones

Soy católica, pro-familia, pro-vida. Con muchas fallas, quizás más que cualquier cristiano que pase frente a mí. Que he repetido algunas frases anteriormente mencionadas y que me duele haber contribuido, con mi cobardía y el no querer meterme en problemas, a que nos invada el relativismo y la relajación.

Les comentaba que había descubierto a personas, que no conozco personalmente pero que ya forman parte de mi día a día, que con su predicar al asaltar las redes sociales, se han propuesto “volvernos al camino”, por decirlo de alguna manera. Ellos son: Padre Angel Espinoza de los Monteros, Arz. José Ignacio Munilla, Padre Juan Solana, Fray Nelson Medina y Padre Javier Olivera Ravasi. Son sacerdotes y religiosos que predican con Fe, verdad y sin mojigaterías. Todos coinciden que debemos hacer una contrarevolución del pensamiento histórico, cultural y religioso para volver a los valores y volver a Dios. Aunque sólo el Padre Olivera Ravasi lo presenta así, todos nos insisten en ese retomar el camino, defender la Fe y la verdad, aunque ahora seamos los raros.

Eres raro o contrarrevolucionario si:

• Amas la familia
• Si defiendes la vida
• Si defiendes el matrimonio indisoluble
• Si tienes más de dos hijos
• Si vas a Misa
• Si bautizas a tus hijos
• Si rezas
• Si confiesas tu Fé
• Si te opones a la eutanasia
• Si quieres que los niños los eduquen sus padres

Esta pequeña lista es un ejemplo de porque nos ven “raros”, podemos agregar muchos más. Debemos recordar y no perder de vista que no podemos estar con Dios y con el diablo. Seamos de una sola pieza, sin que nos gane el relativismo y el miedo a no ser aceptados, porque en muchas ocasiones te toparás con pared al compartir tu pensamiento o información y verás que hasta entre la gente buena el relativismo se instaló.

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Ana Lidia Moreno Ríos

Licenciada en Letras. Asesora financiera, inmobiliaria y de seguridad patrimonial. Directora de TS Bienes Raíces. Miembro de ASAIS y MULIV. Agente de RGA Promotoría. Colaboradora de Semanario Primera Plana en materia inmobiliaria, Ex Presidenta de AMPI Hermosillo (creadora del Foro Inmobiliario)  y miembro del Consejo Técnico de Consejo INCIDE, A.C.

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