24 Abr Empresa pública contra privada en México.

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Pública dinero de los impuestos sin compromiso de  resultados, la privada trabajo y solución al mercado si no, desaparece.

México tiene empresas públicas y privadas, y ahora con la actual administración autollamada de la 4T, las empresas públicas vuelven a tener un auge, después de que los gobiernos anteriores habían ponderado el libre mercado y las empresas privadas incursionan en la generación de electricidad, energías limpias, mineras, transporte, industria, financiera, comercio, servicio, etc.

En estos últimos 3 años la balanza de la actual administración el primer gobierno de “izquierda” ha promovido empresas públicas, el aeropuerto Felipe Ángeles se entregó al sector militar, las carreteras, bancos, escuelas, tren Maya,  son desarrollados por el ejército desviando su razón de ser que es la seguridad nacional.

Pero ¡cual es la diferencia entre una empresa pública y privada?  Es la forma de cómo se obtiene el recurso para financiarse y poder operar.

La empresa pública se financia a través de la hacienda pública; que, entre otros ingresos, se refiere a los impuestos y al pago de las multas, prestaciones se mantiene de beneficios obtenidos por la prestación o venta de productos y servicios como es la recaudación del IMSS, por la prestación de servicios a sus derechohabientes, la CFE vendiendo energía eléctrica, Pemex vendiendo petróleo y gasolina, etc.

Por otro lado, una empresa privada, obtiene los recursos para su funcionamiento de inversionistas, accionistas o propietarios privados, no gubernamentales; y son los mismos inversionistas o propietarios, los que deciden el uso de los recursos y el futuro que seguirá la empresa. 

Luis Carlos Peralta, Presidente del Clúster de Energía de Sonora al ser entrevistado por Voz Empresarial explica que la diferencia entre las dos empresas es muy clara, mientras que la pública vive de lo impuestos y solo sirve para beneficio  de los políticos en turno y la privada es más pública ya ofrece servicios y productos y si la ciudadanía no los quiere truena o desaparece en cambio la pública sobrevive a pesar de que lo que ofrece sea caro y de mala calidad, no hay interés por generar sustentabilidad financiera, sabe que va a vivir por los impuestos de los mexicanos.

En estos cambios de modelo económico, político y social que vive el país actualmente, ahora las empresas públicas empiezan a resurgir con fuerza, el aeropuerto AIFA, bancos del bienestar, gas, internet, en Sonora se piensa hacer una empresa estatal generadora de energía fotovoltaica, ahora con la nacionalización de litio con utilidad pública, se anunció una empresa pública para que lo administre desde su exploración, explotación y desarrollo industrial.

Las experiencias que México y el mundo tienen es que cuando los gobiernos sustituyen a las empresas, la calidad, valor agregado, precio, no existe, porque no hay competitividad, los operadores son un grupo de burócratas que son muy buenos para gastar, pero no para ganárselo con los servicios que ofrecen, es por decreto que funcionan, no por la oferta y demanda de un mercado sofisticado y cada vez más complejo e informado.

Hasta donde se va a llevar a la economía mexicana en ese modelo estatizado de los años 70 s, donde el gobierno vendía la canasta básica, servicios energía, gasolina, educación, pero era un México cerrado que privilegiaba la economía nacionalista que era mala y cara, pero se aceptaba como normal, porque no había marcos de referencia con otros países,

En el entorno actual, pretender que el gobierno se convierta en un empresario con un portafolio diversificado y donde hasta ahorita el tiempo que llevan las empresas como el gas bienestar, internet, aeropuerto han resultado un modelo fallido en calidad muy caro para los mexicanos.

Las generaciones globalizadas tienen marcos de referencia de la excelencia y calidad que hay en otros países que siguen el libre mercado y donde la innovación, productividad y eficiencia son la ruta a seguir con un sector empresarial comprometido con el mercado, porque si no dejan de existir.

En estos últimos 3 años el sector privado de la construcción a pesar de su excelencia ha quedado completamente rebasado,    los ingenieros mexicanos han sido sustituidos por el ejército  para hacer  la obra pública  millonaria de los proyectos emblemáticos de la actual administración.

Está la dicotomía de darle al gobierno un estatus empresarial sin utilidad para sus socios, que supuestamente son los mexicanos, donde se ha visto se desvían recursos y sus razones estratégicas que el gobierno debe cumplir por andar de proveedores de servicios donde ni tienen el conocimiento ni el talento,  ni la capacidad de innovación para llevarlas a cabo.

La iniciativa privada vive momentos difíciles en nuestro país, se ha desprestigiado su reputación, señalandolos como los “malos de la película” los “ricos” que solo piensan en su interés propio sin el menor compromiso social con los más pobres que hoy siguen sumando  millones a pesar de los institucionales y millonarias programas sociales.

No se ha  podido generar calidad de vida en las comunidades del país ya que la migración a Estados Unidos se ha incrementado come hace 20 años no se tenía,   por la falta de oportunidades y desplazados por el crimen  organizado y sobre todo que la educación  ha sido relegada que es la creadora de la riqueza de un país.

Hay una base segura que sigue con fidelidad al actual gobierno sobre todo en la revocación de mandato a pesar de ser desairada por 85 millones de mexicanos los adultos mayores fueron sellar su obediencia.

Se ha olvidado de promover la cultura del esfuerzo y el  trabajo que es lo único que permite la libertad y dignidad del pueblo que lo llevaría a adquirir una ciudadanía comprometida con ellos mismos y el país que los vio nacer. 

Al tiempo con el estatismo productivo,  empezando con la del litio anunciada con pompa y platillo. 

Lic. Aurora Retes Dousset

Directora y Propietaria en Productora y Conductora Voz Empresarial,

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