26 Ene Otro año extraordinario
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No hay duda que el 2020 pasará a la historia como el año de la pandemia provocada por el virus SARS CoV-2. Es innecesario referir las afectaciones que esto trajo a nuestras vidas, pues son conocidas por todos y mencionadas por muchos. Ahora lo relevante es que iniciamos un nuevo período que aparenta ser tan extraordinario que el que le precedió. Sin duda los próximos doce meses nos presentarán desafíos e incertidumbres que debemos resolver. Sin embargo, que vea así el futuro a corto plazo no necesariamente es una mal augurio, solo refleja ciertas características del escenario en el que nos moveremos.
La buena noticia es que los seres humanos somos más grandes que los retos y circunstancias que afrontamos. Estoy convencido de ello. La historia nos ha demostrado que las personas tenemos una capacidad increíble y poderosa para resolver desafíos y recuperarnos de pérdidas, catástrofes y desilusiones: guerras mundiales, terremotos, guerras civiles, tsunamis, holocaustos, bombas atómicas, terrorismo… Y aún así la vida ha seguido y nosotros con ella. A esta habilidad ahora le conocemos como “resiliencia”.
No invertiré letras en describir este tan popular concepto del siglo 21. Prefiero referir cuestionamientos comunes a muchos de nosotros. ¿Cómo sobrevivir ante la disminución notable de ingresos económicos?, ¿qué hacer para mantener relaciones sanas con familiares con los que conviviremos intensamente?, ¿cómo mantenernos motivados para alcanzar metas en medio de tantas limitaciones?
Mi respuesta para tener un buen año ante estos escenarios es tomar la perspectiva correcta. Nuestra manera de pensar y de ver a los demás y al as circunstancias determina la forma en que les tratamos y que nos sentimos al respecto. Me explicaré. Cuando creo que una situación es o será terrible la afronto con temor y molestia. Por lo mismo me predispongo y me dedico a encontrar todos los detalles negativos que pueda. Esto afecta negativamente mi actitud y estado de ánimo. Lo mismo sucede cuando pensamos así sobre las personas.
La manera correcta o más conveniente de ver la realidad es intentando no catalogarla como totalmente buena o completamente mala, sino solo como un hecho. ¿Qué harías si el cielo se nubla y llueve algunos de los días de tus vacaciones en la playa? Sé que lo ideal sería que el sol brille cada mañana; pero ya estás allí. A pesar de esos días malos puedes disfrutar tu estancia, aunque de una manera diferente. Puedes ir a alguna atracción bajo techo; aprovechar las instalaciones del hotel; divertirse con juegos de mesa; ver películas desde la cama o incluso meterte al mar o a la piscina aunque llueva (de todas formas te ibas a mojar, ¿no?). Aunque el clima no es lo que esperabas, ese tiempo sigue siendo de vacaciones. Tu otra opción es quejarte, estar de mal humor, discutir con tus acompañantes y asegurarte que debido del clima tengas un tiempo terrible. ¿Cuál de las dos alternativas te parece más conveniente?
Este año tendrá muchos días nublados y de aguaceros. Sin embargo, tu vida sigue siendo vida al igual que las vacaciones continuaron siéndolo a pesar de la lluvia. Pero hay muchas cosas que podemos hacer y valorar. 2021 Puede ser un año para seguir conviviendo con gente que queremos a pesar de nuestros momentos de molestia. Tal vez es la oportunidad de reconciliarnos y desarrollar una mejor relación con los que están en casa. La escasez de ingresos nos ayuda a valorar lo que tenemos que es importante de verdad: seres queridos, un techo, alimento y continuar respirando. Este año podemos perfeccionar nuestras habilidades tecnológicas; rediseñar la manera de ganar de dinero usando nuestras habilidades para cocinar, ayudar a otros, dar clases en línea u ofrecer servicios a domicilio. El tiempo de confinamiento nos permite revisar los objetos que tenemos en casa y deshacernos de lo que no usamos, necesitamos o queremos. Podemos crear nuevas tradiciones familiares, divertirnos juntos con juegos de mesa y tantas cosas más.
Tal vez mis propuestas no te animen mucho, mas te invito a captar la perspectiva detrás de ellas y diseñar tus propias acciones. Lo relevante es ver este año como uno con sus propias realidades y entender que somos más grandes que ellas. Te sugiero ver el ciclo que empezamos como un conjunto de circunstancias que aprenderemos a afrontar. Unas buenas, otras no tanto, pero para todas ellas tendremos una respuesta. Y nuestra manera de responder es la que hará que hagamos de estos meses con nubarrones unos agradables o insufribles.
Cada mañana asómate por la ventana, respira profundo, agradece que puedes hacerlo y empieza tu día con entusiasmo. Y los días que al hacer este ejercicio observes un gris nublado amenazando con aguaceros, respira profundo, da gracias por ello y cubre tu ánimo con el paraguas de la perspectiva correcta.
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