06 Dic EDUCACIÓN EN LÍNEA
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Evidentemente, el reto al que nos enfrentamos a partir de ahora es que lo que inicialmente parecían medidas de emergencia ya no lo son. De ahora en adelante, debemos prepararnos para vivir en una nueva normalidad, donde persisten restricciones para muchas de las cosas que antes solíamos hacer con total normalidad.
Según lo que se ha implementado en otros lugares, de ahora en adelante, las clases probablemente estarán a la mitad de su capacidad, la asistencia será irregular y muchas de las metodologías que usábamos antes ya no se aplicarán.
El cambio será permanente. La educación ya no deberá ser presencial u online, sino una mezcla, capaz de pasar de una a la otra de forma inmediata. Este nuevo escenario implica muchos cambios. Uno de los más importantes que se deberá resolver a la par, es la llamada brecha digital, pues en la actualidad, para acceder a la educación necesariamente se debe contar con una computadora y una buena conexión a internet.
Comunidades favorecidas utilizan tecnologías más exigentes (realidad virtual y tele presencia) mientras que las más vulnerables recurren a herramientas con menor demanda de infraestructura (vídeo asincrónico, audio, imágenes y texto). Se recomienda que los profesores no dependan demasiado de la videoconferencia sincrónica para no perjudicar a los estudiantes cuya infraestructura de Internet es deficiente.
En estos tiempos de incertidumbre, el deber principal de los educadores no solo es continuar impartiendo conocimiento, sino también emplear estrategias de aprendizaje, para guiar al alumnado en el proceso de buscar información, cuestionarla, comprenderla y aplicarla.
Los profesores deben reconsiderar todas sus metodologías y prepararse para este nuevo entorno de aprendizaje mixto. Esto no será una opción, pues sin importar cuán exitosas hayan sido las clases en el entorno anterior, deberán comprender que ahora deben adaptarse a los nuevos escenarios. No se trata simplemente de adaptar el curso que anteriormente se impartía de forma presencial, sino de repensar ese curso y transformarlo.
En el mundo actual, todos estamos obligados a aprender e incluso desaprender continuamente, diseñar un curso online requiere de un gran esfuerzo, sin embargo, contamos por fortuna, con herramientas y conceptos que podemos adoptar que ya se aplican en centros de estudios y han arrojado resultados de lo más favorecedores. A pesar de que la educación es considerada un derecho universal en muchos países, los estudiantes que no logren adaptarse, simplemente no tendrán cabida en este nuevo escenario. Lo mismo para los educadores, quienes ahora además de impartir sus cursos, deben incorporar elementos de interactividad; donde el alumno pueda ir construyendo su propio conocimiento aplicando los conceptos enseñados, crear contenido entretenido, con humor y siempre brindar retroalimentación con mayor constancia que antes.
María Fernanda Quijada Canales
- Egresada de la UVM en Ingeniería en Negocios y Tecnologías de la Manufactura (2017).
- Titulación por CENEVAL de Ing Industrial y de Sistemas.
- Especialista en Certificación y Evaluación Competencias Laborales y Sistema Educativo de Formación Dual.
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