IN MEMORIAM: RECUERDOS DEL ARQ. DANIEL MARIN BOTELLO - INCIDE
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22 Jul IN MEMORIAM: RECUERDOS DEL ARQ. DANIEL MARIN BOTELLO

  El 11 de octubre de 2019 fallece el prestigiado arquitecto Daniel Marín Botello. ¿Qué se puede decir de él como arquitecto que no se haya dicho ya? Por eso mejor hablaré de su labor como maestro, ya que un servidor tuvo la fortuna de estar en su primer grupo de alumnos de la carrera de arquitectura.

  Marín era subdirector de edificaciones en la administración estatal 1955-61, cuando un día se presentaron ante su jefe –Ing. Ildefonso de la Peña– unas monjas del Colegio Lux pidiéndole de entre sus empleados un profesor de dibujo constructivo para secundaria, y Marín, democráticamente por dedazo, fue el elegido. Así comenzó como maestro. También daría clases en el Colegio Regina. En 1984, se convirtió en maestro universitario.

  A las 7:00 de la mañana del lunes 6 de agosto de ese año, en las instalaciones del ITESM, Unidad (hoy Campus) Sonora Norte, Don Daniel –quien nos manifestó que daba clases por el gusto de transmitir sus conocimientos- entró al salón 201 para impartir la primer clase del primer semestre de la primera escuela de arquitectura en Sonora (la única clase que había a esa hora para los alumnos de arquitectura). La materia: Historia de la Arquitectura I, aunque también abarcaba pintura y escultura.

El arquitecto siempre demostró su gusto y amplios conocimientos en estos temas. Después, en 1995, sería maestro fundador en la escuela de arquitectura de la Uni-Son, de la que llegaría a ser coordinador (año 2000) y decano.

Primeros estudiantes de arquitectura en Sonora. En la primer fila, extrema derecha, está el arquitecto Marín. Atrás de él, el autor de este artículo. (Junio de 1988).

  Hoy, muchas universidades exigen a sus profesores tener maestría. Es cierto que tener más estudios ayuda al desarrollo profesional, pero para un maestro que domina su materia y la enseña bien ¿para qué necesita maestría? ¡Saaabe! Esto comenzó al parecer en los 80’s. En ese entonces, Don Fernando Rivero Solana, hombre de negocios y maestro universitario de prestigio, contemporáneo y conocido de Don Daniel, definió ese nuevo criterio como “pura fachosada”.

  Don Daniel no tenía maestría, aunque con su vasta experiencia él bien podría haber impartido una. Un día, Marín daba su clase, cuando una secretaria de la escuela pasó a dejarle un cuestionario que tenía que llenar. Al retirarse ésta, Don Daniel, le dio en silencio una leída a las preguntas. De repente, con desdén, se refirió a una de ellas: “¿Que si tengo maestría? ¡Bah! ¡Maestría en reproducción de sapos!”, provocando la hilaridad de todo el grupo. A final de cuentas, la escuela le tomó en cuenta su gran trayectoria profesional.

  Por cierto, una vez en clase nos comentó que le gustaban los cuentos de Asterix (creo que una vez llevó a la clase un ejemplar para mostrárnoslo), aquel personaje ficticio de la Galia de alrededor del año 50 a.C. que luchaba contra el dominio del Imperio Romano, y que por el contexto en que se ubica era como lecciones de historia, de la que Don Daniel era un apasionado.

  Años después, ocurrió algo que mostraba su seriedad como educador. Había un alumno cuya hora de entrada a la escuela era a las 7:00 de la mañana, pero había estado llegando tarde, y al parecer Don Daniel ya le había llamado la atención. Un día, a las 7:30, este alumno iba llegando a la escuela y vio que en ese momento también iba llegando el arquitecto Marín, así que se atrevió a decirle: “a’i stá, ¿ya ve?, usted también va llegando ahorita”. Pero Don Daniel, con su acostumbrada tranquilidad, le contestó: “si, pero tu hora de entrada es a las 7:00 y la mía es a las 8:00, así que tú estás llegando media hora tarde y yo media hora antes”. Como acostumbraba decir el mismo Don Daniel: ¡PÁCATELAS!.

  En fin, ¿qué más podemos decir de él? Fue perito en gas y miembro fundador del Colegio Sonorense de Arquitectos (y su presidente en 1962-64, 1980-82 y 1982-84), del Colegio de Valuadores Inmobiliarios y del patronato del Instituto Kino. Recibió el premio de arquitectura Felipe N. Ortega por el Colegio Sonorense de Arquitectos, nombrado maestro distinguido por cinco años consecutivos, premio por excelencia académica en 1998, diversos reconocimientos académicos por el ITESM, etc.

  Diseñador y constructor de innumerables casas y edificaciones de todo tipo, como las instalaciones de la Coca Cola, las antiguas instalaciones de la Bimbo, el Boliches Pitic, el super Minimax (que luego sería Maxims, V.H. Pitic, Santa Fe y ahora Santovalle), agencias automotrices, locales comerciales, edificios de oficinas, bancos, parques, remodelación en Catedral, instalaciones para el Instituto Kino, etc. O sea que para dondequiera que uno voltee en Hermosillo, y a veces también en otras partes del estado, Don Daniel dejó su huella.

  Entre él y el arq. Gustavo Aguilar forjaron la imagen urbana del Hermosillo moderno: Marín, con los parques y Aguilar con los Boulevares. ¿Quién iba a pensar que ambos se nos irían el mismo año? La mañana del 14 de octubre de 2019, el departamento de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Sonora le hizo un homenaje, y por la tarde, tuvieron lugar las exequias fúnebres en Catedral. Descanse en paz, maestro Daniel Marín.

Fuentes de información:

Sr. Daniel Marín Tapia.

Libro “Daniel Marín”, de la colección Arquitectos Decanos (por Arq. Gilberto Romero Moreno).

Artículo “Arquitecto Daniel Marín Botello”, de Ignacio Lagarda Lagarda, cronista municipal de Hermosillo.

Arq. Gilberto Romero Moreno.

Fotografías cortesía de:

Colección particular de arq. Carlos Martín Quintero Orcí.

Carlos Martín Quintero Orcí

Puntos curriculares:

*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.

*Colaborador de INCIDE desde el 2001.

*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.

*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.

*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.

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