Desaparición del Fonden, seguros y acciones de resiliencia - INCIDE
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14 Oct Desaparición del Fonden, seguros y acciones de resiliencia

La semana pasada en una candente y ríspida sesión en la Cámara de Diputados, la mayoría parlamentaria de Morena, aprobó el proyecto en el cual se dio luz verde a la desaparición de 109 fideicomisos, entre ellos el Fondo de Desastres Naturales. Esta decisión fue tomada en contrasentido a lo que especialistas, académicos, asociaciones profesionales y colegios habían opinado.

Más allá de la discusión de que era mejor una restructuración de los mecanismos del FONDEN, o si primero era evaluar y analizar sus fallos o los problemas de posibles actos de corrupción en administraciones pasadas, esta decisión es un hecho prácticamente consumado, que sólo necesita en aval de la Cámara de Senadores y su publicación en el Diario Oficial de la Federación. En otras palabras…. consumatum est.

El Fondo de Desastres Naturales nació a finales de la década de los años noventas, y fue creado como un mecanismo que reserva una partida en el presupuesto federal, para atender las consecuencias de los desastres por amenazas de origen natural. Por ejemplo, durante el año 2019, se utilizaron de este fondo un monto cercano a los 14,700 millones de pesos en diversos proyectos de reconstrucción, mientras que en la primera mitad de 2020, se han utilizado 6,265 millones de pesos.

Tal y como fue aprobado el proyecto, la Secretaría de Gobernación asumiría sus obligaciones, además de que existe una reserva en la que se establece que se deben canalizar recursos a la atención a desastres. En tanto la Secretaría de Hacienda cubrirá las obligaciones pendientes del Fonden hasta junio de 2021, para luego integrar sus fondos a la Tesorería de la Federación (Tesofe).

En el 2019, el gobierno federal gastó 14,676 millones de pesos para las funciones del Fonden, lo que superó los fondos disponibles por 9,860 millones de pesos (Secretaría de Hacienda). Del monto anteriormente mencionado, resalta lo ejercido en el estado de Veracruz, al menos 2,224 millones de pesos se gastaron para continuar con acciones de reconstrucción de infraestructura federal por la lluvias que ocurrieron en 2014, y en varios meses entre 2016 y 2019.

Para este año, el Fonden dispone de 6,861 millones de pesos, de los cuales se han ejercido 6,265 millones en el primer semestre, datos también de la Secretaría de Hacienda.

En declaraciones de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, sostiene que están garantizados todos los recursos en casos de desastres, en donde indica que la intención de la iniciativa fue no burocratizar más los recursos, para enviarlos de manera directa a la gente afectada por un desastre de origen natural, en otras palabras, de forma directa a los beneficiarios.

Ante el hecho innegable de la desaparición del FONDEN y la incertidumbre de que la asignación de recursos en casos de desastres de origen natural, en donde las decisiones  serás basadas -seguramente- en criterios políticos y electorales, entre otros, trae a la mesa el tema de los seguros contra desastres o de riesgos catastróficos, como una forma de transferencia de los riesgos de la sociedad civil y de los estados, ante la poco clara expectativa sobre ¿quién pagará los daños por desastres de origen natural?

Veamos un poco el panorama relacionado con los seguros.

De acuerdo a reportes de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (2019), en nuestro país se estima que sólo el 6.8% de los dueños de casas-habitación, contaban con un seguro particular, y existe un 20% adicional que cuenta con seguro a través de un crédito hipotecario (requisito que solicitan los bancos). En relación a las PYMES, se estimó que sólo el 13% de los negocios cuentan con un seguro particular. Es importante mencionar que como efecto de los sismos del 7 y 19 de septiembre del 2017, las pérdidas aseguradas ascendieron a $32,402 millones de pesos.

¿Porqué la población y las PYMES se acercan poco a las instituciones de seguros?, por miedo y desconocimiento al instrumento financieron del seguro.

El artículo 208 de la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, en transferencia de riesgos establece que “es responsabilidad  del Gobierno de la Ciudad de México, conforme a su disponibilidad presupuestaria,  la contratación de seguros y demás instrumentos de administración y transferencia  de riesgos para la cobertura de daños”, con ello se busca detonar el tema de los seguros de la mano con las aseguradoras, a través de la concertación de mecanismos de transferencia de riesgos en la población y diseñar productos como por ejemplo, el aseguramiento vía el pago del impuesto predial e incentivar uno de los cuatro ejes estratégicos de la resiliencia. Aquí mencionar el artículo 160 de la citada Ley, en donde se exponen que las acciones de resiliencia, que son:

  • Comprender y fortalecer la capacidad social para la Resiliencia, sensibilizando a la ciudadanía sobre el conocimiento del Riesgo de Desastres en todas sus dimensiones.
  • Fortalecer en todos los sectores, las estructuras organizativas y fomentar la cultura de prevención en un contexto de Riesgos dinámicos.
  • Identificar, comprender y utilizar escenarios de Riesgos en los que  también se incluyan metodologías para la elaboración de Atlas de Riesgos Participativos.
  • Fortalecer la capacidad institucional y la gobernanza frente al Riesgo de  Desastres a través de acciones fundamentadas en datos, en análisis de Riesgos y en las experiencias adquiridas en Desastres previos.
  • Fortalecer la capacidad financiera para la construcción de Resiliencia y fomentar los mecanismos de Transferencia de Riesgos.
  • Planificar el diseño espacial y el desarrollo hacia ciudades más seguras y Resilientes.
  • Proteger e incrementar las zonas naturales con la finalidad de mejorar las funciones protectoras brindadas por los socio-ecosistemas.
  • Aumentar la Resiliencia de los Servicios Vitales y Sistemas Estratégicos.
  • Garantizar una respuesta coordinada y eficiente ante Desastres mediante el desarrollo y aplicación de los Programas Específicos y Procedimientos Especiales en la materia.
  • Acelerar los procesos de recuperación y restablecimiento después de una  situación de  Emergencia o Desastre; e integrar el principio de reconstruir mejor.

El sentar las bases de una cultura de los seguros, sería un punto de partida, para crear Resiliencia en las ciudades y la recuperacion más pronta después de un evento adverso de origen natural, y robustecer la capacidad financiera de las adminstraciones y fomentar los mecanismos de trasferencia del riesgo.

Si bien la desaparición de FONDEN ha sido un golpe fuerte a la Gestión Integral de Riesgos y a la Resiliencia, debemos como sociedad de buscar alternativas de financiamiento para desastres de origen natural, quizás el acercarse a las instituciones de seguros, sea parte de la solución ante la incertidumbre de lo que sucederá el día de mañana. Por parte de estado, a pesar de sus endebles explicaciones y de la incertidumbre, se empieza a hablar de la creacion de la Agencia Federal de Riesgos Públicos, la cual ha sido cabildeada en las Comisiones del Senado y la Cámara de Diputados y de lo que se conoce es que entre sus atribuciones está el conjuntar todas las acciones que el gobierno federal hace para atender desastres de origen natural, sanitarios y epidemiológicos.

Se busca a través de este organismo concentrar todos los esfuerzos y las economías que el gobierno hace en una sola entidad donde se realice una gestión operativa, esta agencia no pretende manejar recursos. Y por otra parte es tener un área de análisis donde se desarrolle toda esta investigación para la asignación adecuada de recursos. Se ha hablado que las operaciones de la agencia serán de índole muy técnica, lo cual requerirá de especialistas, actuarios, ingenieros y va a ser una agencia con una perspectiva muy técnica de gestión integral de riesgos de desastres del gobierno de México.

Ante tanta incertidumbre y falta de una real política pública en Gestión Integral de Riesgos, es necesario seguir trabajando en pro de su fortalecimiento y de seguir edificando las bases de la resiliencia.

LUIS FAUSTINO MORA BRITO

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