Pandemia pone en entredicho la calidad de la educación no presencial en México - INCIDE
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24 May Pandemia pone en entredicho la calidad de la educación no presencial en México

La actual contingencia sanitaria nos tomó por sorpresa a todos, más a los que formamos parte del sistema educativo, alumnos y docentes tuvimos que migrar casi instantáneamente del modelo presencial al virtual.  En esta transición se hace evidente la falta de capacitación y de profesionalismo de muchos educadores, ya que no hemos podido asimilar que la educación a distancia ya sea en un programa diseñado para tales efectos o en una situación emergente como la actual, no es solamente mandar una lectura y esperar a que los alumnos hagan el resto.

La consiga del maestro es transmitir conocimiento con la ayuda de técnicas y herramientas didácticas y pedagogías; Además de tener la adaptabilidad para poder introducimos a la experiencia de trabajar con clases no presenciales. También es cuestión de compromiso y de entender que es un reto profesional que hay que enfrentar. Dicen que las crisis sacan lo peor o lo mejor de las personas; La situación de salud que ha afectado la manera en que se imparte la educación tenemos que tomarlo como un asunto progresivo que tarde o temprano nos iba a alcanzar, independientemente del génesis de la situación.  El asunto es que ya estamos en ese punto y tenemos que actuar en consecuencia.

El modelo educativo no presencial no es nuevo en nuestro país, en 1972 se dieron los primeros pasos formales estableciendo el formato “abierto”, donde el alumno por si solo organizaba sus tiempos y prioridades, estudiaba un contenido especifico y presentaba un examen; Prácticamente una labor autodidacta. Con el tiempo fueron incorporándose las asesorías de los maestros y los trabajos en grupo. Pero básicamente el esfuerzo y la disciplina del interesado era lo que hacia la diferencia.

A mediados de la década de los 90s la UNAM crea una plataforma para impartir cursos en línea. Muy limitada en ese entonces, ya que eran los albores del internet; Misma herramienta que nos permite hoy en día acceder a fuentes ilimitadas de consulta inmediata.  La red mundial le otorga tanto al docente como al educando datos instantáneos en tiempo real, como si fuera una ventana al mundo; Lo que viene a reforzar la teoría de la “Aldea Global” (1968, McLuhan) la cual le da al alumno una visión panorámica e intrínseca de lo que le espera cuando culmina su preparación académica.

El problema es que maestros y alumnos vivimos abusando de la comodidad de los procesos tecnológicos, estamos dando por sentado que el conocimiento puede ser transmitido orgánicamente y eso es una falacia; El maestro siempre tendrá sobre sus hombros la responsabilidad de ser el guía, el catalizador entre el programa de la materia y el entorno virtual.  El docente debe de entender más que nadie el alcance del impacto tecnológico del curso y la manera en que el estudiante asimila el conocimiento.  Entre sus habilidades además de las profesionales en su área debe de tener un perfil completamente amigable con la tecnología y sobre todo asumir el rol de ser el eslabón que active la retroalimentación; La cual es vital para el proceso educativo.

El alumno a su vez tiene que dejar de ser pasivo y convertirse en un motor de autogestión, pero guiado no solo por el sentido común, sino por el asesor virtual (maestro).  Asumir que ocupa racionalizar aun más la información que en un aula presencial, además de ser conducente e intuitivo y sobre todo consiente de cual es la meta elegida con los procesos de búsqueda de conocimiento. En el entorno tecnológico el conocimiento no se genera por si solo.

La educación a distancia debe otorgar elementos necesarios e indispensables para que el educando pueda mediante su contexto, entorno y experiencia adaptarse a nuevas situaciones y poder resolver problemas emergentes. La tecnología como tal, como hoy la hemos estado usando, nos aleja cada vez más de ese objetivo; Estamos mermando nuestras habilidades para enfrentar situaciones donde la tecnología no lo prevé. El educando que normalmente esta acostumbrado a procesos presenciales estáticos donde asimila la información que el maestro genera y no la analiza, esta condenado a fracasar en un proceso de enseñanza virtual.

La pandemia ha venido transformar la visión en el mundo de los instrumentos tecnológicos en educación, pero también nos ha convertido en rehenes de la mismas; Mientras no razonemos que solo son herramientas y no soluciones correremos el riesgo de no avanzar y estacarnos aun más en el ya de por si siempre cuestionado programa educativo nacional. Recordemos que las nuevas generaciones de estudiantes no conocen una biblioteca, pocos saben realmente buscar información, difícilmente entienden el concepto de investigar, vivimos en la era que se simboliza a Google como la deidad máxima de información indiscutible; Su decreto es copiar y pegar sin tan siquiera revisar las fuentes que están plagiando.

Según a la Asociación de Internet en México el 51 % de los estudiantes en el país lo hacen a través de una modalidad virtual, si seguimos tomando a la ligera este conflicto en nuestro sistema educativo estamos dejando emerger generaciones de egresados con titulo, pero sin bases solidas de carácter profesional; A la par estamos creando nuevos docentes con estas características. Lo que es aun más grave.

Todas las crisis nos deben de dejar enseñanzas positivas, focalicemos esta emergencia y empecemos todos a buscar la mejor manera de adaptarnos.

Las especies que sobreviven no son las más fuertes ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Charles Darwin 1859.

Aníbal Pérez Rocha

Licenciado en Comunicación con especialización en política y educación.

  • Docente Universitario en UNISON, UDS, UNIDEP.
  • Cineasta independiente y publicista.
  • Maestrando en Educación.

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